La playa de A Punta de Cesantes presenta una imagen renovada y mejor accesibilidad para las personas con discapacidad. El gobierno redondelano, por medio de las concejalías de Medio Ambiente y Benestar, acaba de concluir los trabajos el principal arenal del municipio que tenían como objeto la eliminación de barreras arquitectónicas, la mejora de los accesos y la reposición de varias construcciones que se encontraban en mal estado.

En los últimos días se procedió a la instalación de pasarelas, rampas, aseos y duchas adaptadas, además de bancos y elementos auxiliares. "El paseo de madera y las diferentes rampas de acceso a la playa se encontraban en algunos puntos bastante deteriorados y precisaban una reparación en profundidad, y además era necesario reponer dos aseos adaptados que estaban muy dañados", señala la teniente de alcalde, María del Carmen Amoedo.

Asimismo se eliminó parte del vallado existente, que se reemplazó por otro nuevo de 32 metros y de características similares al existente, más ajustado a la duna para protegerla de forma más eficaz.

Todos los elementos que se emplearon son movibles, y los materiales son semejantes a los existentes, permitiendo la integración respetuosa con el entorno donde se encuentran.

También, al objeto de facilitar el baño para personas con movilidad reducida, el Concello adquirió una silla anfibia para adultos, con chasis ergonómico para mayor accesibilidad y con ruedas especiales para su manejo por la playa.

El presupuesto de estas actuaciones es de 70.000 euros y se incluye en el Plan de Subvencións a Entidades Locais para el Fomento da Accesibilidade e Sinalización dos Recursos Turísticos en el Medio Rural, cofinanciadas con fondos europeos Feader.

"Esta es una acción más que se suma a las realizadas en los últimos años en esta playa no solo para mejorar su accesibilidad, sino también de control de vertidos lo que permitió que por primera vez el municipio lograse una bandera azul en 2014 en un arenal con un entorno privilegiado", apunta el edil de Medio Ambiente, Miguel Ángel Álvarez.

Esta zona también fue incluida este año dentro de la red de playas sin humo para mejorar la calidad de la arena, eliminando las colillas ya que se trata de un elemento contaminante que concentra sustancias nocivas que tardan muchos años en eliminarse de la naturaleza.