Primero se fue presuntamente a la iglesia de Santa Cristina de A Ramallosa, en Sabarís, y se llevó medallas, candelabros, velas, rosarios y varios crucifijos. Los guardó en el bolso y, al salir, se dirigió a la peluquería más próxima, a apenas veinte metros para disfrutar de varios tratamientos de belleza. La cuenta sumaba 422 y se negó a pagar. Ocurrió durante la tarde del viernes. La dueña del negocio avisó a las fuerzas de seguridad y la Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local de Baiona, la identificó y le abrió diligencias por un delito de estafa y otro de hurto.

Estafa por pretender marcharse sin pagar del salón de estética y de hurto porque los agentes comprobaron que llevaba numerosos efectos religiosos en el bolso. Según comprobaron después los efectivos, los había sustraído en el templo parroquial.

Tras el episodio que causó expectación en Sabarís ante la presencia de los guardias y policías, la mujer deberá responder como investigada por ambos delitos en los juzgados de Vigo cuando sea requerida.