La primera Asociación de Taxis do Val Miñor ha nacido para convertir la comarca en un área conjunta de trabajo, un espacio común como los de las ciudades, con posibilidad de utilizar indistintamente cualquiera de las cinco paradas existentes. Una nueva demarcación que permitirá a los taxistas de cualquiera de los tres concellos realizar recorridos con tarifa única entre Baiona, Nigrán o Gondomar. Es decir, sin que el taxímetro cambie de precio urbano -1,05 euros de día y 1,26 de noche- a interurbano -1,10 y 1,32- en cuanto se rebasa cualquiera de las tres fronteras municipales.

El colectivo pretenden ampliar la experiencia de la Festa da Arribada o del desaparecido festival PortAmérica a todo el año y ponerla en marcha, si es posible, este verano. Pero ahora con precios fijos para todo el territorio miñorano, explican sus promotores. La demanda de servicios en esos momentos puntuales llevó a los concellos y a la Xunta a autorizarles esta forma de funcionar para garantizar la presencia de coches disponibles para los usuarios. Los problemas para encontrar un taxi se repiten, especialmente en los dos municipios costeros durante la temporada alta de turismo. Por eso consideran la unificación territorial "ventajosa tanto para los clientes, a los que abaratará los costes, como para el propio negocio, ya que posibilitará más viajes".

44 del total de 61 autónomos del sector de los tres concellos se integran en el colectivo. Todos ellos se han reunido esta semana y han nombrado una gestora, que se ocupa de elaborar los estatutos que regirán la asociación. La preside el baionés Antonio Amorín. José Manuel Estévez es el secretario y Pablo Pinto, el tesorero. Javier Rial, Carlos Sanromán y Juan Trigo son los vocales.

Entre sus objetivos, figura también la firma de convenios con talleres para realizar el mantenimiento de los coches con precios negociados y la solicitud de subvenciones públicas para facilitar la transición a los vehículos eléctricos.