La decisión del Partido Popular de Soutomaior tras las últimas elecciones municipales de cambiar el horario de los plenos a las 13.00 horas, cuando hasta ese momento se celebraban a las 20.00 horas, está causando graves problemas laborales a los miembros de la oposición, además de malestar entre los vecinos, que no pueden acceder.

Desde el BNG y PSOE criticaron duramente este cambio impuesto por el PP, alegando que era un horario que dificultaría a los concejales conciliar la labor política con la laboral, y al mismo tiempo, impide la asistencia de los ciudadanos.

El portavoz municipal del BNG, Manu Lourenzo, asegura que en algunas semanas los representantes políticos se tienen que ausentar del trabajo dos días (los lunes y los jueves) para poder acudir a los plenos y comisiones. "Seguramente después de 22 años cobrando del Concello Agustín Reguera y sus liberados ya no se acuerdan, pero cualquier persona que conozca el mundo laboral de hoy en día sabe que eso es insostenible en cualquier empresa", afirma.

Ante esta situación, Manu Lourenzo envió una carta al alcalde hace tres meses solicitando una reunión para llegar a un acuerdo en este y en otros aspectos, pero de momento no obtuvo respuesta. A este respecto , el portavoz del BNG señalaba que "cuando Agustín Reguera actúa de esta forma a quien está despreciando no es a los representantes de los vecinos, sino a los 1.600 ciudadanos que votaron al BNG en las últimas elecciones, y eso no lo podemos permitir. Negarse a mantener una reunión con los representantes vecinales para llegar a un acuerdo es algo que lo califica política y moralmente", señala el portavoz nacionalista.

Desde el BNG instan a los populares a que cese esa "actitud caciquil" y muestra su disposición a acudir a los plenos los sábados o a las 20.30 horas como anteriormente. "Lo importante es sentarnos,hablar y llegar a acuerdos, eso es lo que los vecinos esperan de todos nosotros", y critica que el PP no quiera "trabajar fuera de horario de oficina o los sábados".

Los nacionalistas también han realizado distintas propuestas al gobierno local que van desde la organización de unas jornadas de viticultura, hasta la solicitud de una escuela de idiomas o un plan de compostaje. "Iniciativas que están en el cajón a pesar de que saben que serían buenas para el Concello", lamenta Lourenzo.