El pleno de Porriño aprobó esta semana, de manera inicial, una modificación puntual del PXOM para dotar de seguridad jurídica a una zona residencial situada en Cerquido, en el límite con el municipio de Salceda de Caselas, que abarca una superficie superior a los 30.000 metros cuadrados. "Se trata de corregir un error que mantenía a los vecinos de esta zona en una situación alegal", explica Marcelino Coto, edil de Urbanismo. "En el PXOM aprobado en el año 2003 se cometió un fallo en el grafiado de los planos que dejó este núcleo sin clasificación urbanística, con las limitaciones jurídicas que ello conlleva, ya que no podíamos conceder ningún tipo de licencia ni tampoco tramitar expedientes en caso de denuncias, al no figurar el suelo como parte del término municipal".

El concejal porriñés señala que la primera intención del actual gobierno local fue la de desbloquear la situación a través de una "corrección de errores", una de las opciones que ofrece la Consellería de Territorio para enmendar este tipo de fallos. Sin embargo, desde la Xunta se transmitió la necesidad de realizar una modificación puntual del planeamiento urbanístico "dada la gran extensión de la zona en cuestión", apunta el propio Coto.

Se da la curiosidad de que tanto el Concello de Porriño como el de Salceda fueron conscientes de la anomalía a raíz de la necesidad por parte de un vecino de la zona de tramitar una licencia. "Esta persona acudió primeramente al Concello de Salceda, donde le dijeron que la administración competente era la de Porriño; una vez aquí, nos dimos cuenta de que no podíamos iniciar el trámite porque se encontraba en una zona de carecía que clasificación, lo cual nos llevó a ponernos inmediatamente en contacto con la Xunta para corregir la situación", explica Marcelino Coto.

El pleno también aprobó de forma definitiva un estudio de detalle que permitirá a Zelnova y Pharmamar realizar una "reordenación interna para optimizar su proceso productivo; no implica mayor edificabilidad pero es importante porque son dos empresas vitales para Porriño y con este estudio facilitamos que puedan llevar a cabo actuaciones para reducir costes de producción", afirmó Coto.

Manifiesto

La sesión plenaria que sirvió para sacar adelante de estos puntos alcanzó su punto más tenso tras la lectura de un manifiesto por parte de una trabajadora municipal, a petición del grupo del Partido Popular.

El texto fue leído por Veli Tato y tanto los delegados sindicales como el comité de empresa aseguran que se hizo en nombre del "personal del Ayuntamiento de Porriño". En él se señala que "el personal del Ayuntamiento de O Porriño queremos ante todo expresar nuestro respeto, a los vecinos de Porriño y denunciar el lamentable espectáculo de ver continuamente aireados en la prensa los conflictos que la actual regidora y algún miembro de su gobierno, mantienen con los empleados municipales". El texto asegura también que "para presionarnos y dar una imagen de gobernantes justicieros dispuestos a meter en cintura a sus subordinados, no tienen el menor escrúpulo ético en recurrir a la prensa con información amañada, tratándonos como si fuésemos delincuentes, sin importarle el respeto a la verdad, la dignidad de los empleados públicos, ni los ciudadanos a los que transmite esas falsedades".

Varios representantes del gobierno restaron credibilidad a Tato por formar parte del PP de Porriño (estará en la nueva ejecutiva). Por parte de los grupos de BNG, EU Son y no adscritos se pidió una rebaja del tono para intentar poner solución al clima de crispación que se vive desde hace algunas semanas.