Cuando Carlos Álvarez inició hace tres años el ciclo superior de Integración Social, nunca imaginó que en el ámbito académico también tendría que enfrentarse a barreras incluso más altas que las que debe superar a diario por las calles para cualquier actividad. La imposibilidad de desarrollar la parte práctica de primeros auxilios, una asignatura del segundo curso, debido a sus limitaciones físicas, le impedirá obtener la titulación al final de curso aunque aprobase el resto de módulos. Desde el centro educativo le han comunicado que no se puede hacer una excepción, algo que este alumno considera "injusto", por lo que ha presentado un escrito de queja ante la Consellería de Educación y no descarta llegar a un contencioso administrativo para defender sus intereses.

"Me duele que por una parte de una asignatura, que no puedo desarrollar por problemas de movilidad [tiene una discapacidad del 78%], no me vaya a servir de nada los otros once módulos del ciclo. Esto supone tirar más de 1.900 horas por solo 80, dos años de estudios para nada", lamenta.

Carlos comenzó el ciclo hace tres años en el colegio San José de A Guía, en Vigo, pero debido a cuestiones de salud no pudo concluir el año, así que el siguiente curso lo inició en el IES de Chapela. Sin embargo explica que hubo un cambio curricular en el que se introdujo la asignatura de primeros auxilios, que es la que ahora le perjudica. "No tengo ningún problema con la parte teórica, pero la práctica es evidente que no puedo realizarla. Es imposible que yo pueda practicar un masaje cardíaco o movilizar a una persona debido a mi discapacidad, es evidente que no puedo hacerlo cuando dependo de una silla de ruedas para todo", indica Carlos, que pide que le den una solución o se haga una excepción. "No estamos hablando de una asignatura troncal de 300 horas, sino de un módulo residual", puntualiza.

El alumno está esperando la respuesta del escrito presentado ante la Consellería de Educación en el que expone la situación y, en caso de denegarle la adaptación curricular, iniciaría un proceso contencioso administrativo. "No me voy a quedar de brazos cruzados porque se comete una injusticia. El acceso a la educación es un derecho constitucional, y ya hay sentencias que obligan a adaptar el currículo en este tipo de situaciones", afirma.

Asimismo considera una "incongruencia" que se creen plazas para personas con discapacidad en los ciclos formativos de FP, "cuando después se incluyen asignaturas que es imposibles que podamos realizar".

Carlos confía en que impere la razón y finalmente le solucionen su problema para que las únicas barreras que tenga que superar sean las físicas.