El Concello de Gondomar puso en marcha ayer la tala de ramas de los árboles en riesgo de desplome del pazo del conde. Los trabajos arrancaron a primera hora de la mañana desde fuera de la finca señorial, ya que el Ayuntamiento no tiene permiso para acceder al interior del recinto. A la espera de que el juez autorice la entrada, tal y como se lo ha solicitado el alcalde, Francisco Ferreira, el gobierno municipal ha decidido iniciar la operación para "preparar o terreo e facilitar despois a corta dos troncos desde dentro", explicó el regidor.

Los trabajos dan cumplimiento a dos sentencias: una del Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 2 de Vigo y otra del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que confirmó la primera el pasado septiembre. Ambas dan la razón al Ayuntamiento y obligan al conde, Gonzalo Fernández de Córdoba y Narváez, a obedecer su orden de talar los ocho árboles considerados peligrosos, denunciados hace dos años por vecinos de la urbanización Val Miñor, contigua al pazo, tras caerse varias ramas sobre sus propiedades. Cuatro meses después del último fallo judicial, el Concello ha decidido actuar tras llegar a un acuerdo con el aristócrata, al que le pasará después la factura, que rondará los 5.000 euros, según los cálculos del alcalde.

Para llevar a cabo los trabajos, el Ayuntamiento ha contratado a la firma local Maderas Francisco Pérez Méndez. La empresa hizo uso de un camión grúa para cortar las ramas en altura y de un tractor para retirarlas a lo largo de toda la jornada de ayer y prevé culminar hoy esta primera fase de la tala. La segunda llegará cuando el juez lo permita.