La senda fluvial por el río Maceiras ya vuelve a ser transitable. Después de permanecer durante nueve meses sin uso debido a los importantes daños sufridos por las riadas de febrero, cuando la crecida del cauce se llevó por delante el firme de zahorra y los bordillos de piedra en varios tramos, el gobierno local inició en los últimos días los trabajos de reparación del paseo para que pueda ser disfrutado por los vecinos.

Las primeras labores realizadas fueron el desbroce de la zona para permitir el acceso de la maquinaria y se repuso el firme con arena compactada en distintos puntos, aunque todavía faltan varios tramos por reparar. El concejal de Medio Ambiente, Miguel Ángel Álvarez, explica que los trabajos todavía se prolongarán durante quince días puesto que se requiere la construcción de muros de contención con bloques de piedra en varias zonas de las márgenes del río, a modo de protección para evitar que durante la temporada de lluvias vuelva a suceder lo mismo.

Además se realizará una limpieza minuciosa para eliminar las especies vegetales invasoras y retirar los árboles que se encuentren en mal estado, que se sustituirán por plantaciones de manzanos y avellanos, una labor que ya se realizó a principios de año, aunque a los pocos días de plantarlos muchos de los ejemplares fueron robados.

Aunque en un principio se planteó mejorar el firme del paseo con un material compactado con mayor resistencia a las corrientes de agua, ante el elevado coste que supondría esta actuación se decidió repararlo con zahorra como en su estado original. Esto supone que en caso de una nueva riada pueda volver a deteriorarse, aunque el edil confía en que las labores de limpieza y dragado del cauce realizado en distintos puntos, unido a la construcción de muros en la margen del río, sirvan para hacer el paseo más consistente.