Los vecinos de la parte alta de Panxón podrán caminar seguros y sin rodeos kilométricos hacia el centro urbano de la parroquia a partir de esta misma semana. La Xunta habilitará un paso de peatones en la PO-325, conocida como carretera de la vía, a la altura del cruce con el Camiño dos Lagos y el Camiño do Seixo. Lo pintará este jueves si las condiciones meteorológicas lo permiten. Así se lo comunicó ayer mismo el jefe territorial de la Consellería de Infraestruturas e Vivenda, José Luis Díaz Yáñez, a los representantes de la asociación Monteferro en una reunión, a la que acudió acompañado del jefe provincial de la Axencia Galega de Infraestructuras (AXI), Fausto Núñez.

El encuentro, en el que participó también el alcalde, Juan González, se desarrolló en la antigua estación del tranvía tan solo cuatro días después de la manifestación que el colectivo convocó el pasado jueves en la Rúa Bouzavella para reclamar un paso de peatones que evite el riesgo de atropello al que se exponen cada día decenas de residentes al cruzar la PO-325 en zonas no habilitadas para realizar cualquier recado. Y es que los dos únicos pasos de cebra existentes en la principal travesía de Panxón se ubican en la intersección con la bajada a Patos y en las inmediaciones de la rotonda que da acceso al puerto, separados un kilómetro entre sí. De esta manera, los habitantes de barrios como Quinteiro, O Rial, Sancho o Paraviñaval -en el margen superior de la calzada- se la juegan a diario para dirigirse a la parte baja de la parroquia, donde disponen de servicios básicos como el centro de salud, el colegio y el comercio local, además del puerto pesquero, la playa o la iglesia.

La campaña electoral parece haber agilizado la respuesta de la Administración autonómica a la demanda vecinal y tanto José Luis Díez como Fausto Núñez se comprometieron a crear el reivindicado paso a unos metros del que el propio Concello pintó por error y borró en pocos días a principios de agosto. La AXI le obligó a retirarlo porque no cumplía con la normativa ni reunía los requisitos básicos de seguridad.

Tanto el regidor como los vecinos aprovecharon la ocasión para solicitar otro paso en Area Alta, para que el barrio de Carregal disponga de conexión segura a pie hacia el ambulatorio o los arenales del municipio.

Los dirigentes del colectivo Monteferro manifestaron a los representantes del organismo autonómico su malestar por "máis de seis anos de reclamacións á Xunta a través do anterior goberno municipal do PP sen resposta", a lo que el jefe territorial respondió que esta es la primera vez que el Ayuntamiento le traslada este problema.