La Xunta ha puesto en marcha las obras que sustituirán el controvertido carril bici entre Baiona y A Guarda por un arcén más amplio para el uso de ciclistas deportivos y conductores y una senda mixta para peatones y cicloturistas. Los trabajos, valorados en 800.000 euros, han arrancado con la retirada de los polémicos bloques de hormigón que separaban el vial para bicis de la calzada y que los usuarios calificaban de "trampas mortales".

El proyecto promovido por la Consellería de Infraestructuras e Vivenda tras el atropello mortal de A Guarda colocará separadores de goma espaciados para que los usuarios de la carretera PO-552 puedan rebasarlos con facilidad.