La bandas mariñeiras son actualmente el alma de la fiesta del monte y ayer demostraron su poderío desde la formalidad del desfile por las calles de A Guarda. Unos 3.000 participantes fueron aplaudidos y recibidos por el público asistente. "Hoy estamos muy formales, mañana es diferente", afirmaba uno de los componentes.

Las bandas mariñeiras son grupos propios de A Guarda que surgieron de la necesidad de incrementar la música en las Festas do Monte. La más veterana es la "Banda Negra". Cuenta la leyenda local que el nombre le quedó después de que unos amigos promotores trajesen los bombos de Portugal y los hiciesen sonar con gran estruendo surgiendo las críticas de algunas vecinas que decían "son as da banda negra", nombre que recibían entonces unos maleantes.

Hoy, medio siglo después, existen 21 agrupaciones de este tipo que son el alma de fiesta del monte.

La Banda Roja o la Desfeita son dos de las más numerosas, con más de 300 integrantes entre los que se encuentran desde niños de tres años a mayores de entrada edad. En el caso de la Banda Roja su historia viene de bien lejos, se creó hace cuarenta años y muchos de los integrantes que la fundaron permanecen todavía hoy en ella.

Para participar en el desfile, el ensayo no es casi preciso ya que suelen llevar un ritmo fijo que en seguida es captado por el resto de los integrantes

Hay todo tipo de bandas, grandes, pequeñas, familiares, de 30, 40 o 100 integrantes. Cada una va representada con un color y durante este fin de semana realizan comidas y cenas conjuntas para fortificar esos lazos de unión tras pasar, en ocasiones, todo el año sin verse muchos de sus miembros.

Las fiestas del monte incluyen hoy la gran romería campestre con la subida al monte, que es un encuentro familiar en el que amigos y familias se juntan para comer y pasar el día grande de las fiestas en un entorno que caracteriza a la villa.

Al llegar a la cumbre cada banda mariñeira tiene un lugar asignado donde comerán reunidos para, a las 16.00 horas, proceder a lo conocido como "la jura", donde brindan y juran volver a reunirse para el año que viene según manda la tradición. El juramento se realiza bebiendo, bebiendo directamente desde un garrafón con vino tinto.

Hoy en las bandas mariñeiras hay tanto mujeres como hombres, en el pasado no fue así. Las mujeres afirman que se divierten en las fiestas y "podemos disfrutar", lo que no ocurría hace años.