Dos de los dieciséis trabajadores de la plantilla de la Mancomunidade do Val Miñor se enfrentan a un posible despido. El organismo supramunicipal está en crisis. La liquidación del presupuesto de 2015 -de medio millón de euros- arroja un déficit de 45.698,28 euros. Según los informes jurídicos y económicos de la entidad y de la Xunta, las cuentas incumplen la regla de gasto, por lo que la normativa estatal obliga a poner en marcha un plan de saneamiento económico, que propone prescindir de los servicios de los dos únicos integrantes de la brigada de obras del ente, los conductores de la pala excavadora y de la motoniveladora.

Los gastos han superado los ingresos el año pasado. Una situación que se produce a causa del recorte de aportaciones por parte de la Xunta a la Mancomunidade para sufragar el Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) y los contratos de socorristas de las playas, según explica Juan González, alcalde de Nigrán, en base a los informes técnicos.

Los costes del GES se han incrementado en 6.000 euros en el último ejercicio y las subvenciones del Ejecutivo gallego para sufragarlo se han rebajado, de manera que el organismo que une a los ayuntamientos de Baiona, Nigrán y Gondomar tuvo que destinar 31.457,78 euros más de fondos propios para mantenerlo. En el caso del salvamento en los arenales ha ocurrido lo mismo y la entidad supramunicipal se ha visto obligada a incrementar su aportación en 47.000 euros.

El plan de ahorro que exige la Ley de Estabilidad Presupuestaria plantea la revisión de aportaciones anuales de los tres concellos, que destinan en torno a 200.000 euros cada uno al año a la Mancomunidade. Propone asimismo, prescindir de los citados operarios para recuperar el equilibrio económico y cumplir la regla de gasto.

González lamenta la situación y asegura que el organismo "fará todo o posible por evitar os despidos". En cualquier caso, argumenta que estos dos trabajadores serían los "máis prescindibles da Mancomunidade, dado que os Concellos dispoñen de maquinaria e persoal para suplir as súas funcións". Así se lo hizo saber esta semana a los representantes sindicales de los trabajadores de la Mancomunidade en una reunión.

Durante el encuentro, el delegado de la Confederación Intersindical Galega (CIG) propuso la puesta en marcha de un ERE temporal para evitar las bajas definitivas de los dos obreros, solución que la Secretaría de la Mancomunidade considera inviable en una administración pública.

El representante de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) plantea que ambos operarios se incorporen a las plantillas de los ayuntamientos de Nigrán y Gondomar, dado que este último carece de personal cualificado para manejar su maquinaria. Insta además a los dirigentes políticos de la Mancomunidade a esperar el desarrollo del Área Metropolitana de Vigo para conocer como se integrará su personal y a negociar "antes de dejar sin trabajo a dos familias".