Desde 10 euros por una planta a 470 euros por unas uvas es lo que llegaron a pagar ayer en la subasta de San Benito en Porriño. Como cada año, desde finales del siglo XIX, este barrio de la villa de A Louriña honró a su patrón con una programación festiva que se prolongó todo el fin de semana rematando ayer, día propio del santo y festivo en la localidad.

A pesar de ser lunes, fueron muchas las personas que bien por tradición y costumbre o por devoción y fe participaron de los actos litúrgicos que dieron comienzo a primera hora de la mañana y culminaron al mediodía con la misa mayor seguida de la procesión y la tradicional subasta. "San Benito es un santo muy milagreiro, somos muy devotos y siempre que podemos acudimos a escuchar una misa", apuntaba ayer una mujer que al igual que muchas otras personas justificaban su asistencia en la petición o cumplimiento de una promesa para lo cual además de donativos económicos, llevaban velas y figuras de cera. Y es que aunque San Benito es conocido por ser el mejor abogado para problemas de verrugas y otros males de la piel, el caso es que existen ofrendas de todo tipo, desde una grave enfermedad a jóvenes que le piden por los exámenes.

Dori, Carmencita, Puri y Maruja, las cuatro integrantes de la Comisión durante las últimas décadas, estuvieron recibiendo estos días las ofrendas que llevan al santo para su subasta el día grande de la fiesta, no obstante los frescos como tartas, roscas o incluso fruta los llevaban ayer mismo. Ellos pueden establecer el precio de salida o sino es el propio subastador quien lo marca según su criterio y experiencia.

Germán fue el vecino encargado de dirigir la subasta, este es su segundo año tras la retirada de Marcial Sequeiros. Una vez finalizada la procesión y entrada de la imagen del santo en la capilla numerosas personas se quedan a las puertas para asistir y participar de las pujas en las que el producto predominante fueron las plantas, tampoco faltaron tartas, roscas, empanadas, huevos, aceite, un lote de productos delicatesen, la tradicional bolla de pan de Porriño (que se la llevaron por 17 euros), pollos, pájaros y, como novedad este año, mantecados caseros hechos por una vecina de Badajoz, cualquier cosa es bien recibida y siempre se acaba despachando, "rara vez nos quedamos con algo sin vender", subrayan desde la Comisión.

40 años de tradición familiar

Eran las 13.30 cuando llegaba el momento más álgido de la subasta, el esperado por todos los asistentes ante la expectación que genera. La Comisión coloca a primera hora de la mañana dos racimos de uvas, uno de blancas y otro de tintas, colgados de la imagen de San Benito que los porta durante las misas y en procesión para finalmente ser subastados. La fruta alcanza siempre unos precios elevados, en esta ocasión los 470 euros, 100 euros más que el año pasado, y en las últimas décadas siempre es la familia Alcalde Giráldez quien se las adjudica. María José Giráldez, acompañada de sus hijas y nietos, continúa con la tradición que inició hace unos 40 años su marido. "Mi padre nació en este barrio, vivía en una casa justo enfrente a la capilla y ya desde joven se interesó por pujar las uvas", explica una de sus hijas quien asegura que además de tradición y costumbre, también lo hacen por devoción y porque, ahora más que nunca, es un acto con mucho sentimiento para ellos. Son siempre los últimos en ponerle precio, aunque hay otra familia, la de Os Cachelos, que también desde siempre han rivalizado por esas uvas, "un pique sano" pues ayer mismo, tras la entrega de las uvas los Alcalde Giráldez le regalaron un trocito de uno de los racimos en señal de la buena relación. El resto de las uvas las llevan para casa, "una parte las comemos en familia y la otra se las damos a una persona enferma de Porriño, como así hizo siempre mi padre". Es tanta la devoción de esta familia por las uvas que hubo algún año que llegaron a pagar incluso más de 700 euros por ellas.

Reparación de la cubierta

El próximo objetivo que se ha marcado la Comisión, la cual aclara que trabaja de manera independiente a la asociación de vecinos, es la reparación del tejado de la capilla para lo cual harán una recolecta colectiva, "abriremos un número de cuenta, además de los donativos en efectivo que le puedan dejar en el peto del santo, para llevar a cabo esta obra tan necesaria, pues es de urgencia poner remedio a las humedades y filtración de agua".