Tras poco más de seis meses de obras, los vecinos de O Burgo ya pueden circular por la principal arteria del barrio baionés, uno de los históricos accesos a la villa, que forma parte del Camiño Real y de la ruta jacobea portuguesa por la costa.

El Concello dio ayer por concluida la ejecución del proyecto, que supuso una inversión de 168.000 euros, financiados en buena parte por la Diputación de Pontevedra. Los trabajos se centraron en un ámbito de 2.305 metros cuadrados de superficie, superficie en la que se ubica el conjunto patrimonial que conforman el antiguo puente y el lavadero anexo, junto al río de Baíña. Allí se han colocado enlosados de piedra y se han mejorado las redes de abastecimiento de agua y saneamiento, además de acondicionarse una pequeña zona ajardinada en el acceso al cauce.

La intervención se ha completado con las construcción de una nueva acera de hormigón en el espacio en el que se ubica la parada de autobús y se ha ordenado el tráfico rodado y peatonal.

"Esta actuación responde a una antigua demanda de los residentes y ha mejorado el acceso y adecuado el espacio público desde el puente hasta su encuentro con la calle Loureiral", explica el alcalde baionés, Ángel Rodal.