Visto para sentencia. La Fiscalía de Pontevedra mantuvo ayer la petición de pena de siete años de inhabilitación para el exalcalde de Mondariz y actual diputado provincial del PP, Julio Alén Montes, al que acusa de un delito de prevaricación. Considera que adoptó una decisión injusta a sabiendas al solicitar una subvención para la construcción de unas pistas de tenis a pesar de conocer que el proyecto presentado para ello no se ajustaba a la realidad existente, según defiende el fiscal, dado que realmente lo que se hizo fue reparar unas instalaciones ya existentes.

Además, el fiscal solicita también una pena de tres años y medio de prisión y multa para Adriano C. F., quien realizaba labores de arquitecto municipal en el Concello y a quien se acusa de certificar el fin de las obras y el acta de recepción de las mismas a pesar de "tener completo conocimiento" de que "las obras realizadas eran distintas a las proyectadas".

El fiscal Luis Uriarte adoptó esta decisión al no convencerle las explicaciones dadas tanto por el alcalde como por el arquitecto municipal, cuyas defensas solicitan la libre absolución, al entender que pudo haber algún defecto administrativo en la solicitud de la ayuda pero nunca hubo ánimo de engaño.

El exalcalde, Julio Alén, justificó que se pueda indicar en algunas partes de la memoria que se confeccionó para pedir la subvención que se trataba de una "construcción" nueva y no de una reforma "por un error en la tramitación". Indicó que la subvención, concedida por la Secretaría Xeral para o Deporte de la Xunta por una cuantía de 39.812 euros, permitió reparar unas pistas de tenis ya existentes y que "eso lo sabía todo el mundo", añadió el exregidor. Alén sí reconoció que la memoria elaborada por el Concello era "ambigua", dado que en algunos puntos hablaba de reforma y en otros de obra nueva, pero cree que todo fue un "error humano" de los técnicos y que "no se hizo para mentir".

También marcó distancias, en cierta medida, del trabajo realizado por los técnicos. Añadió que como alcalde "no se metió" en la justificación del proyecto, por lo que afirma desconocer la razón por la que el arquitecto técnico municipal había emitido una certificación de obra en la que supuestamente se hacían constar conceptos como la adecuación del terreno para construir las pistas (estas ya estaban ejecutadas). Es decir, trabajos distintos a los realizados. "Como alcalde me limito a arreglar los problemas de los vecinos y no del papeleo" y añadió que "si tuviera que revisar" personalmente cada expediente, no dedicaría tiempo a otra cosa: "estaría las 24 horas del día".

El arquitecto municipal dijo desconocer cómo se había tramitado la subvención y para qué se pidió. Sí reconoció que lo que siempre se quiso hacer fue una reparación o acondicionamiento de las pistas ya existentes, no obra nueva. Añadió que si finalmente se hizo alguna obra distinta a la que figuraba inicialmente en el proyecto fueron cambios mínimos, muy pequeños.

El actual alcalde, testigo

También declaró como testigo el actual regidor de Mondariz, Juan Carlos Montes, quien entonces era miembro del grupo del BNG y que denunció estos hechos ante la Fiscalía. Montes destacó que la documentación del Concello hablaba en muchos puntos de obra nueva e incluía una fotografía de un prado vacío como lugar en el que se iban a construir las instalaciones. Asegura que "las fotos que incluyen no son del lugar en el que estaban las pistas" sino del entorno y que "no se puede rehabilitar una finca", añadió. El fiscal utilizó este hecho como uno de los principales argumentos para justificar que sí se intentó engañar a la Xunta aunque de una forma que definió como bastante "tonta".

También declaró como testigo el secretario xeral para el Deporte de la Xunta, José Ramón Lete Lasa, quien confirmó que la Consellería acabó retirando la subvención a Mondariz al comprobar que las obras realizadas (una rehabilitación) no se correspondía con la petición inicial (una construcción). No obstante, también matizó que la subvención hubiera sido valorada con los mismos puntos y concedida igualmente si el concello hubiera subsanado este error y hubiera solicitado la ayuda para una reforma en lugar de una obra nueva, dado que también tenían cabida en esta convocatoria.