Un amplio dispositivo marítimo promovido por Aqualia en colaboración con el Concello de Nigrán ha retirado de la costa miñorana un tramo del antiguo emisario nigranense, en desuso desde hace años, que suponía un riesgo para la navegación en la zona. El colector, de 60 metros de largo por 40 centímetros de diámetro, llevaba una semana flotando a 300 metros del faro situado frente a Praia América, en el canal de entrada de embarcaciones al puerto de Baiona.

Salvamento Marítimo dio la voz de alarma tras recibir varios avisos de marineros de la zona. Los pescadores se encontraron con la tubería a flote y mostraron su preocupación por el peligro de accidentes que podría generar.

Señalización

El gobierno municipal señalizó la zona con boyas en colaboración con Protección Civil. Pero el asunto requería una intervención específica ante la posibilidad de que derivase en un problema medioambiental. Así que el Concello solicitó apoyo a la concesionaria del servicio municipal de abastecimiento y saneamiento de agua, Aqualia. La compañía contrató una empresa de buzos especializada, que envió un equipo para realizar una inspección del lugar.

Tras una primera visita a la zona, los profesionales determinaron que se trataba de una parte de la vieja conducción del agua depurada, procedente de la EDAR de San Pedro, hacia el mar.

Quedaba así descartado cualquier vertido, dado que el conducto se encuentra inutilizado desde 2007, año en que el Ayuntamiento lo reparó a unos 800 metros de la costa y lo conectó a una nueva tubería para poder liberar las aguas tratadas a más de tres kilómetros del litoral y evitar posibles riesgos de contaminación en caso de que fallase la depuradora.

Operativo de seis horas

El operativo para retirarlo se prolongó durante seis horas. Según explicó ayer el alcalde de Nigrán, Juan González, "foi unha actuación moi laboriosa, xa que só un dos extremos se atopaba a flote, o outro continuaba fondeado." Los restos recuperados apuntan a que pudo ser el ancla de un barco la que sacó a la superficie el conducto al engancharlo y ejercer tracción sobre él, desplazando los contrapesos que lo sujetan al fondo.

El regidor respira tranquilo tras la intervención coordinada por Aqualia. "Con esta actuación ponse fin a un potencial problema, xa que constituía un perigo para a navegación ao atoparse nunha zona de moito tráfico marítimo", explicó.

Los expertos de la compañía contratada trasladaron la tubería al puerto de Vigo para su posterior destrucción.