El PP de Soutomaior hizo valer ayer su ajustada mayoría (7 ediles frente a 5 del BNG y 1 del PSOE) para aprobar los presupuestos del municipio. La oposición, que votó en contra, denunció "falta de rigor y de consenso" en unas cuentas que sin embargo para el alcalde Agustín Reguera son "absolutamente realistas y equilibradas".

El gobierno local de Soutomaior dispondrá este año 2016 de algo más de 4 millones de euros. Según fuentes municipales, el presupuesto "tiene un marcado carácter social al centrar los mayores aumentos en las partidas destinadas a las concejalías de Educación, Xuventude, Igualdade y Empleo". Así, el documento destina 611.000 euros a la conservación del patrimonio local, con "mejoras en la red de saneamiento, el mantenimiento de fuentes y lavaderos, además de varias mejoras para los viales de Lourido, Pedreira, Romariz, Comboa, Xesteira y Carballal". También están presupuestados nuevos parques infantiles, mejoras en las playas o la climatización de la Casa da Cultura de Soutomaior y la casa-taller de Alxán. Otra partida de 12.000 euros se destinará a poner al día el inventario de bienes municipales.

Desde el ejecutivo que preside Agustín Reguera se destaca el aumento de partidas para el CIM y la OMIX para que ofrezcan más horas de atención a los vecinos. Otra novedad es la aportación de 10.000 euros a campañas de dinamización del comercio local. Según el alcalde, este presupuesto "prácticamente incrementa todas las partidas principales para que nuestros vecinos puedan seguir disfrutando de los servicios y actividades que nos vienen demandando".

"Sin proyecto"

De opinión opuesta es el BNG, cuya edil Olalla Obelleiro criticó ayer en el pleno extraordinario el "rodillazo sobre la mayoría del pueblo de Soutomaior" que aplica el PP al aprobar estas cuentas ya que "la oposición tuvo más votos en las últimas elecciones municipales".

En este sentido, Obelleiro tachó los presupuestos de propios de un "gobierno sin proyecto", los ve "faltos de rigor" y "ni siquiera cuadran las cuentas". Según el BNG, "Agustín Reguera nos condena a seguir siendo una villa dormitorio". Entre las críticas nacionalistas aparece la "falta de transparencia" ya que entienden que el documento "emplea de forma abusiva formas jurídicas como la vinculación para gastar dinero de los vecinos sin dar la más mínima explicación". El portavoz del Bloque Manu Lourenzo afirma por su parte que en estos presupuestos "no hay inversiones más allá de bacheos y chapapote". El BNG denuncia por otra parte el incremento del 10% en la recaudación del IBI, si bien el PP asegura que las tasas municipales quedan "congeladas".