La Asociación de Vecinos de Chapela, a través de su presidenta Ángela Méndez, transmitió al alcalde de Redondela las quejas de los usuarios de la piscina "por el deterioro en general de la edificación, instalaciones y mobiliario". La piscina y centro deportivo de Chapela, cuya empresa concesionaria es FCC-Aqualia, costó más de 5 millones de euros y su puesta en marcha tras el último mandato de Xaime Rey no estuvo exenta de dificultades. El concurso de adjudicación fue resuelto por el actual regidor Javier Bas.

Méndez advierte de que "un centro deportivo de reciente construcción debe tener en vigor un seguro decenal y responsabilidades varias". Dirigiéndose al "arquitecto, aparejador, empresa constructora, concesionaria y Concello", la AVV de Chapela llama la atención del estado del vestuario femenino y el "deterioro gradual de las taquillas". La puerta del vestuario está "hinchada" por la humedad y "los desagües están oxidados". En cuanto a las taquillas, los usuarios afirman que están "sin puertas, sin barra para colocar las perchas, con bisagras oxidadas", por lo que "no hacen la función para la que fueron destinadas" ya que no funcionan "ni con moneda ni con candado".

La presidenta vecinal apunta que la "contestación literal de la concesionaria" a las reclamaciones de una usuaria fue que "la constructora puso unas taquillas que no son adecuadas para el recinto" y que "ya estaban cuando FCC- Aqualia se hizo cargo de la concesión". Por ello solicitan al Concello el "arreglo inmediato" de "las anomalías" de la piscina.