Chocomiño no es la fábrica de chocolate que imaginó Roald Dahl en su libro "Charlie y la fábrica de chocolate", pero puede ser el sueño de cualquier niño de Salvaterra y comarca, que, tiene sin saberlo, a poca distancia de sus casas, un centro de fabricación y envasado de una delicia de las cenas de Navidad.

Un total de 25.000 tabletas de turrón de chocolate crujiente o de almendra salen de la planta destino a lugares seleccionados de venta, tiendas de toda la vida y delicatessen.

La idea de realizar este turrón, que lidera el mercado de fabricación gallega, surgió poco después de fundar la chocolatera, un milagro de empresa que surge con el cierre de Chocolates El Maragato (de Vigo) y de Chocolates Anthoney (de Allariz). Tras el cierre en Vigo de Chocolates La Perfección, se incorporó al proyecto el maestro chocolatero Luis Lobariñas y también se adquirieron algunas máquinas de esta firma. Lobariñas ya está jubilado y ahora es Felipe Ferreira el que está al frente de la producción.

Joaquín Eirás, uno de los socios fundadores del proyecto, indica que el mismo se llevó a cabo sin ningún tipo de apoyo institucional y da trabajo a unos veinte vecinos de la comarca.

Los turrones están hechos con azúcar, praliné de avellana, pasta de cacao, manteca de cacao y lecitina, además de almendras.

"La mayor parte de nuestra fabricación se vende en Galicia", explica Joaquín "podemos estar exportando un 15% al resto de España, pero nada fuera de nuestras fronteras, de momento".

También indica que a pesar de que no cuentan con tienda on line si reciben algunos pedidos por correo electrónico de algunos puntos de España que se sirven previo pago por adelantado.

El turrón de Salvaterra está en algunas de las grandes áreas, pero Joaquín no está muy conforme con el trato que dan estas distribuidoras a los pequeños empresarios "porque quieren imponer sus normas de venta y eso nunca fue así, el vendedor pone el precio y el comprador lo compra si quiere, pero algunas cadenas imponen unas políticas en las que te obligan a bajar la calidad del producto o perder dinero, y nosotros al menos queremos tener productos de calidad, realizados con mimo, y que estén en el lugar que les corresponden"

Además del turrón, Chocomiño distribuye chocolates con su propia marca y con las marcas de las chocolateras desaparecidas, entre ellas el mítico "Antón". Existen localidades fuera de Galicia que mantienen la tradición de la adquisición de este chocolate desde los años 60, como Las Matanzas de Algoibar.

La chocolatera está especializándose en marcas blancas para empresas medianas y pequeñas e incluso en personalizar tabletas para bodas, bautizos y otros eventos sociales.

En el mes de enero sacarán a la venta el instantáneo noso cao, que puede disolverse en frío y en caliente. Una apuesta por innovar.