El ilustre médico y político republicano Luis Telmo Bernárdez Santomé (Redondela, 1885-1936) recibió ayer un emotivo homenaje en su pueblo natal con motivo de la apertura de los actos correspondientes a su nombramiento como "Persoeiro do ano", al que asistió numeroso público, además de familiares llegados desde México.

Una de sus nietas, Amaya Bernárdez de la Granja, fue la encargada de descubrir una placa en la fachada de la casa en la que residió Bernárdez Santomé -situada en la calle que lleva su nombre- y, posteriormente, recordó a su abuelo con un conmovedor discurso en el que repasó su trayectoria y la dolorosa injusticia que acabó con su vida tras el golpe de Estado de julio de 1936, cuando fue detenido y fusilado el 12 de noviembre en la carretera de Campañó.

"Este homenaje nos llena de alegría, a ustedes y a mi familia, además, porque don Telmo fue un hombre bueno, entrañable, generoso, honesto, un líder, el médico de los pobres, un demócrata y un republicano. Era un hombre de honor y lo mataron por eso, sólo por eso", destacó Amaya Bernárdez. La nieta indicó que, aunque ni ella ni ninguno de los Bernárdez de la segunda generación llegaron a conocer a su abuelo Telmo, "él siempre formó y forma parte de nuestras vidas cotidianas. Está con nosotros".

Cariño y dolor

Durante el acto, agradeció el cariño mostrado siempre a su familia por los vecinos de Redondela. "Recuerdo la primera vez que llegué a esta villa, ya muerto Franco, donde todo el pueblo salió a saludarme porque era la nieta de don Telmo, que no es poca cosa, o que en su lápida tenía siempre flores frescas, algo impresionante".

La nieta también compartió con los presentes el dolor que sintió al revisar los documentos que se exhiben en la exposición sobre Telmo Bernárdez en el Multiusos de A Xunqueira, entre los que se encuentran las cartas personales que escribió desde la cárcel tras conocer su sentencia de muerte, el telegrama de confirmación de su fusilamiento, la orden de embargo de su casa y de investigación a su esposa, Isabel Gómez Costas. "Me regresó inalterada la misma rabia de siempre, la que tenemos los exiliados españoles y sus hijos", y expresó unas palabras de ánimo: "Nunca nos rendiremos. Estos hombres que perdieron la guerra, e incluso la vida, al final, están ganando la historia". Y terminó su intervención al grito de: "¡Viva la república!".

El alcalde redondelano, Javier Bas, quiso dar todo el protagonismo a la familia, aunque también tuvo palabras de elogio a la trayectoria del homenajeado que definió como "una persona buena y muy querida". El regidor local resaltó la importancia de esta iniciativa de dar a conocer a todos los redondelanos a sus personajes ilustres con el ánimo de que perduren en la historia.