El río Ribadil dispone de una senda fluvial en su margen derecho desde A Cañiza hasta Crecente y ambos ayuntamientos proyectan que continúe además por el margen izquiedo del río, recuperando así un viejo sendero de pescadores. De este modo, se conseguirá una ruta circular de alrededor de nueve kilómetros con la intención de homologarla el año que viene.

Esta senda conecta la playa fluvial de Mandelos, en Crecente, con el puente romano de Trovisca, en la parroquia de Couto, en Cañiza. De acondicionar el margen izquierdo se encargarán los 20 alumnos-trabajadores del taller de empleo "Actividades auxiliares en conservación y mejora de montes y mantenimiento de jardines" que comenzó ayer y que se prolongará seis meses. En él participan quince vecinos de A Cañiza y cinco de Crecente, que recibirán formación teórica primero y después realizarán prácticas mejorando varios puntos de los dos municipios.

Además de la ruta fluvial, con este taller también se mejorarán varias fuentes, lavaderos y zonas verdes de ambas localidades.

200.000 euros

Este taller de empleo tiene un coste de 200.000 euros. La Consellería de Traballo aporta 178.000 euros y cada ayuntamiento financia alrededor de 20.000 euros, destinados al coste de material. Por su parte, el alcalde de A Cañiza, Miguel Domínguez, explica que para este nuevo "obradoiro" se utilizan las aulas homologadas con las que ya cuenta el municipio.

Ambos regidores se reunieron recientemente con representantes del gobierno de Melgaço, para plantearles la posibilidad de que el municipio portugués se una también a esta senda, una posibilidad en la que el ejecutivo luso se mostró interesado. Según explica el regidor de Crecente, Julio César García-Luengo, de ejecutarse sería a través de un puente colgante. No obstante, este sería ya un proyecto de carácter transfronterizo a abordar más adelante.