El edificio del antiguo colegio redondelano de Trasmañó se encuentra en un estado desolador. Cinco años después de su cierre por parte de la Consellería de Educación debido a la falta de alumnos, las instalaciones están sumidas en el abandono.

Su ubicación en una zona poco transitada ha permitido que los vándalos y chatarreros hayan actuado a su antojo. Un simple vistazo desde el exterior ya deja una muestra del estado de edificio. Ventanas rotas, puertas destrozadas y todo tipo de basura por los suelos. Aunque el acceso al recinto se ha reforzado con barrotes, los vecinos de la zona dicen que dentro ya no quedan ni los radiadores.

Ya en el año 2011 los residentes de la zona denunciaron el deterioro que evidenciaban las instalaciones por su abandono y por la falta de vigilancia. En este sentido, los vecinos aseguraban que los fines de semana el patio cubierto del centro se convertía en un lugar de reunión de jóvenes para hacer "botellón". Incluso sacaban al exterior del edificio diverso mobiliario, como mesas y sillas, para poder acomodarse durante sus fiestas nocturnas.

El edificio escolar se encuentra sin uso desde junio de 2010, cuando Educación decidió clausurar el centro por el escaso número de alumnos. Desde ese momento los responsables municipales del entonces gobierno bipartito (PSOE-BNG) formularon varias las propuestas para dotar de un uso al recinto, aunque ninguna de ellas fructificó. La primera idea fue destinar el inmueble a centro municipal de formación y orientación laboral, e incluso también se barajó como guardería infantil, aunque finalmente se acordaría adaptar las instalaciones como centro de día para personas mayores. Este proyecto lo incluyó el anterior gobierno bipartito en el Plan Marisma Máis con un presupuesto de 600.000 euros, que se financiaría a través de fondos europeos Feder.

El portavoz del grupo municipal del PSOE, Eduardo Reguera, denuncia la situación de abandono en la que se encuentra el colegio de Trasmañó por la "dejadez" del gobierno local por permitir su deterioro al no poner en marcha el centro de día. El edil socialista señala que cualquier uso que se le quiera dar ahora al edificio requerirá una importante inversión en la reforma de las instalaciones.

El actual alcalde, Javier Bas (PP), descartó el centro de día porque -según explicó- el Concello carece de competencias para poder construir y mantener este tipo de instalación,ya que esta gestión es de la Xunta. En este sentido justifica que los servicios jurídicos y económicos municipales hicieron un informe que impedía continuar con el expediente del centro de día.