Con la niebla característica de Ponteareas, así empezaron a rodar los corredores de la decimosegunda Marcha das Rosquillas, que se disputó este domingo a partir de las 9.30 horas por los montes de A Picaraña.

La organización había estimado que serían 600 los corredores pero finalmente fueron cerca de 700 los ciclistas que participaron en esta ruta de 35 kilómetros de dificultad calificada como media-alta.

Noventa senderistas

Al poco tiempo de salir todos los ciclistas, comenzaron a caminar los más de 90 senderistas que se animaron este año a participar en la Marcha das Rosquillas pero a pie, cincuenta más que el año pasado. Tuvieron tres rutas para elegir según la capacidad de cada uno: fácil, media y dura.

Alrededor de las 13.00 horas, muchos ciclistas ya estaban de vuelta en el complejo deportivo Álvaro Pino. Lavaron sus bicicletas, se ducharon y, a continuación, 400 personas, entre deportistas y acompañantes, se quedaron a la comida en el pabellón a base de carne ó caldeiro, chuletas a la plancha y rosquillas.