Superado el 40 de mayo con temperaturas que rondan los 30º, las playas de Baiona y Nigrán necesitan aún una puesta a punto para recibir en plenitud a vecinos y visitantes. La calidad de sus aguas, según las últimas analíticas de la Consellería de Sanidade del día 9, está garantizada en las próximas semanas, al igual que su todavía innata riqueza paisajística. Pero faltan servicios como los de salvamento y sobran destrozos ocasionados por los temporales que comprometen la seguridad.

La temporada "oficial" de baño arrancaba el pasado fin de semana, pero en el Val Miñor las "inauguraciones" se demorarán al menos hasta el 1 de julio. La Mancomunidade prevé dotar a las playas de 23 socorristas ese día. Si el plazo no se cumple, las banderas azules de las playas baionesas de Os Frades y A Barbeira y las nigranenses de Praia América y Patos podrían perderse. Así lo aseguran agentes de la Asociación para la Educación Ambiental y del Consumo (Adeac), que inspeccionarán la costa miñorana en próximos días para decidir si mantienen las insignias o no.

Los riesgos por accesos rotos todavía no tienen fecha límite. Esa podría ser la razón por la que Costas ha prohibido el paso por las pasarelas a la punta de A Ladeira, en Baiona. Están en marcha las obras para recuperar el muro del camping y el voladizo contiguo, pero los más próximos al istmo de A Foz serán reparados después del verano. Un cartel estatal impide pasar y advierte del "peligro de desprendimientos".

La inseguridad se repite en una de las bajadas a Patos, en Panxón. Las escaleras de madera han quedado en el aire tras derrumbarse el terraplén que las sostenía y están precintadas. Pero numerosos usuarios se saltan las vallas y "se tiran" al arenal, según aseguran hosteleros del entorno, que urgen la reparación "antes de que ocurra una desgracia".

El oleaje convirtió en pedregal la cala de As Canas, en Priegue, también acotada para evitar caídas por un talud. Propietarios de bares de la zona reclaman una solución que el Concello de Nigrán ha asegurado gestionar con Costas, pero fuentes de este departamento niegan que exista un remedio. Como cada año, el mar se ha llevado la arena y la devolverá, indican.