Una investigación policial ha permitido desvelar el origen del misterioso vertido de casi tres toneladas de material de construcción compuesto de uralita y poliespán hallado hace unos días en una zona apartada del monte de Cedeira. Las pesquisas realizadas por la Policía Local de Redondela, en colaboración con la Unidad Medio Ambiental de Intervención Rural de la Policía viguesa y la gerencia de Urbanismo, determinaron la procedencia de los restos en una obra del centro de Vigo, en la calle Eduardo Iglesias, en la que se está procediendo estos días al cambio de la cubierta de un edificio cuyo material coincide exactamente con el localizado en el monte.

Según informó ayer el edil de Medio Ambiente, Miguel Ángel Álvarez, además de la coincidencia en el tipo de fibrocemento, en la inspección realizada a la obra también se encontraron sacos con etiquetas iguales a las localizadas en el lugar del vertido. "Aunque el promotor en un principio negó ser el autor de la infracción, finalmente admitió que había encargado el traslado del material a un transportista de Redondela al que se negó a identificar y se responsabilizó de los actos", indica Álvarez.

El infractor también se comprometió a retirar los restos del monte para su traslado a una planta de reciclaje en un plazo máximo de una semana.

Los técnicos de Medio Ambiente también analizan los restos, distribuidos en pequeños depósitos que ocupan unos 60 metros cuadrados, con el objetivo de valorar la gravedad y determinar la sanción. Esta podría ser de elevada cuantía al enfrentarse el responsable a dos delitos, uno contra el medio ambiente y otro contra la salud pública, ya que la uralita contiene amianto, una sustancia tóxica que requiere de un reciclaje especializado.

El vertido fue descubierto el pasado día 14 por un vecino de la zona que alertó a la Policía Local. Los agentes encontraron varias pistas que determinaban que los escombros procedían de una obra de Vigo, y finalmente se consigió dar con los responsables gracias a la colaboración del cuerpo policial vigués y la gerencia de Urbanismo.

Miguel Ángel Álvarez considera necesaria una sanción ejemplarizante para evitar que este tipo de incidencias sigan produciéndose en los montes del municipio. "Es una infracción grave y muy pocas veces se logra determinar a sus autores, por lo que es importante dar ejemplo", señala.