La Fiscalía de Vigo abrió diligencias para investigar la muerte del porriñés de 35 años que falleció en diciembre del pasado año, tras caerle encima una pared del Centro de Interpretación de la Naturaleza, en As Gándaras, cuando sustraía, supuestamente, chapa de este edificio. El inmueble se construyó con 420.000 euros para el estudio de las aves, pero nunca se inauguró, y fue abandonado y saqueado.

El procedimiento se inició a raíz de una denuncia presentada por un particular en enero del año en curso. Dado que ya existían diligencias previas en el Juzgado de Instrucción número 1 de Porriño, debido a otra demanda anterior, la Fiscalía remitió el caso al mismo tribunal para unir ambos procesos.

La acusación alega que, ante la situación de abandono, la nave "debería haber sido vallada por la seguridad de los ciudadanos", por lo que solicita que se depuren responsabilidades.

Aunque no llegó a ser utilizado, el centro contó con una aportación de 300.000 euros del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). De este modo, la misma persona también presentó una denuncia ante la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude, para que investigue, además del accidente mortal, "posibles irregularidades en el proyecto" del edificio.

Pero este organismo rechazó investigar dichas "irregularidades" porque "parecen haber prescrito". Con respecto al incidente, la institución europea ha remitido al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas -responsable de asignar la subvención del Feder- la documentación enviada por el particular.

El proyecto del aula de la naturaleza se inició en el año 1998, en los útimos años de gobierno del entonces alcalde Manuel Barros. Luego, en 2003, llegó al poder el nacionalista Raúl Francés, que se encontró con el edificio damnificado, a causa de robos de cable y filtraciones de agua. En ese momento, el Ayuntamiento de Porriño no asumió su reparación. Así, en el año 2007, un saqueo total dejó el espacio inhabilitado.

El Concello aportó 120.000 euros para la construcción de las instalaciones. Sin embargo, los ladrones se llevaron persianas, falsos techos y cristaleras. La basura ocupa gran parte de las ruinas. Por ello, desde el Ayuntamiento se baraja la posibilidad de derribar la nave.