Era joven, solidario y querido por todos en Baiona. El padre Fernando Muñoz Arosa, párroco de la villa en los años 50, recibió el domingo un homenaje del club Vespamiñor en el 55 aniversario de su muerte. El sacerdote, que dispone de una plaza en el casco histórico y una cruz en O Cortelliño, perdió la vida el 21 de mayo 1958 a los 38 años. Al regreso de una sardiñada del entonces Vespa Club Valle Miñor que presidía en A Groba, su vespa tropezó con un bache y se salió de la vía y murió en el acto.