El nuevo cobro del saneamiento genera críticas por parte del representante del BNG en el Concello, Miguel Giráldez. El nacionalista reprocha al gobierno que "va a cobrar por un servicio que es un fraude, ya que las depuradoras no depuran, después de gastar 1 millón de euros en ellas". "Es triste ver que las aguas residuales acaban en el mar sin ningún tipo de depuración, bien por averías en las máquinas o por roturas en los emisarios", recalca.

En este sentido, el alcalde admite la frecuencia de las averías en las máquinas, aunque atribuye los destrozos en desagües a actos vandálicos. "Hemos sacado alfombras, pollos enteros, jerseys y hasta sacos de cemento de las salidas de agua", denuncia.