La quiebra de la constructora mantuvo las obras de la estación marítima de Baiona paralizadas durante meses con apenas el 60% de los trabajos concluidos. Tras rescindir el contrato a la anterior adjudicataria el pasado diciembre, Portos de Galicia anunció ayer que su construcción ha sido reanudada por una nueva empresa y que, según sus previsiones, la instalación podrá ponerse en marcha este verano.
El edificio, que ocupa 300 metros cuadrados de superficie portuaria, debía estar operativo en agosto de 2011, con lo que, de cumplirse el plazo actual, entrará en funcionamiento con dos años de retraso.
Las obras de la estación marítima baionesa disponen de un presupuesto de 280.000 euros que Portos, organismo dependiente de la Consellería do Medio Rural e do Mar, cofinancia a través de fondos Feder, de la Unión Europea.
La instalación, cuyo esqueleto permanece en pie desde hace más de un año a la espera de ser recubierto con madera, dispone de una sola planta que albergará, una vez concluidos los trabajos, tres taquillas, una zona pública de 17 metros, una cafetería, un almacén y un espacio reservado para aseos. Además contará con una rampa de acceso y una terraza de 40 metros cuadrados.
Aunque inicialmente dará servicio únicamente a las navieras que ofertan viajes a Cíes, Baiona podría contar también con una línea a Vigo, una opción que hace unos meses despertó el interés de varias empresas de transporte marítimo.
Pantalanes
Pero además de anunciar la inminente apertura de la estación marítima, el presidente de Portos de Galicia, José Juan Durán, informó ayer de la próxima convocatoria de un concurso público para unificar el mantenimiento y conservación de pantalanes en todos los puertos gallegos, que se agruparán en tres zonas (norte, centro y sur). En el caso de Baiona afectará a los 17 pantalanes con que cuenta su puerto, en los que amarran barcos de pesca y de recreo.
Según avanzó el titular de la administración portuaria, el nuevo contrato conjunto permitirá aglutinar en una misma empresa los contratos que hasta el momento realiza cada puerto de forma individual y establecer precios fijos para las reparaciones que ayuden a reducir costes.
El objetivo, explicó José Juan Durán, es optimizar los recursos disponibles y facilitar una gestión más rápida ante un incidencia que pueda producirse en cualquier situación.
