El Concello de Nigrán dispone este año de 12,7 millones de euros, casi un millón menos que en el ejercicio anterior. La situación aboca al gobierno a reducir la inversión al máximo, un capítulo que se ve mermado, según insistió ayer el alcalde, por las sentencias que obligan al ayuntamiento a abonar 170.000 euros en intereses de demora a dos empresas cuyas facturas se pagaron con hasta 8 años de retraso.

El concejal de Hacienda, Alberto García, justificó el retraso en la presentación de las cuentas "por las variaciones en normativas estatales y ajustes desde el Gobierno, no por la gestión del gobierno". Incidió en la "austeridad y realismo" de los presupuestos, que se centran en continuar con los servicios prestados a los vecinos y el gasto social, que dispone de una aportación total de 550.000 euros, así como el mantenimiento de las infraestructuras municipales, el empleo, turismo y deporte. Respecto a las inversiones, repitió las previstas ya en el proyecto económico anterior con apoyo de otras administraciones: subida a San Roque, punto limpio, senda peatonal del río Muíños, enlaces del polígono de Porto do Molle. "Es lo que hay", concluyó con resignación.

Conscientes de la situación económica, los grupos de la oposición presentes -BNG y UCN, el PSOE abandonó la sesión ante la negativa del alcalde a suspender el pleno en apoyo a los preferentistas- criticaron la "falta de imaginación" del gobierno para buscar partidas fuera de las arcas municipales. El nacionalista Xabier Rodríguez tildó las cuentas de "gestión de la miseria" y criticó el aumento de los gastos corrientes pese a reducirse los ingresos. "Tenemos 200.000 euros que se irán en pagar la anualidad del PXOM, reposiciones en vías públicas y obras en colegios", dijo.

Por su parte, el centrista Antonio Fernández Comesaña también incidió en que "las operaciones corrientes se llevan el 98% del presupuesto" , reprochó el gasto desmesurado en energía y teléfono y los recortes en ayudas a las entidades culturales y deportivas.