Dolores Pérez Romero cumplió este 11 de noviembre los 102 años. Según el censo del Concello de Mos es la vecina de mayor edad del municipio.

Celebró la llegada de su nuevo año acompañada de sus bisnietos que la llaman la "tata Lola" y también de sus nietos, sus hijas, sus yernos y su nuera.

A pesar de superar el siglo de vida, su mente está lúcida y recuerda los momentos más agradables de su vida de los que le gusta hablar, pero también reconoce que los ha habido tristes como han sido la muerte de su marido o de dos de sus hijos. "No es normal que los padres sobrevivamos a los hijos", entiende.

Es conocida en Mos por haber colaborado con la parroquia en catequesis, en grupos de reflexión e incluso acogiendo en su casa a sacerdotes cuando no había casa parroquial.

Quienes la conocen bien valoran su servicio hacia los demás y piensan que su bondad quizás sea el secreto de su vida longeva.