Baiona puede ir mucho más lejos en la dinamización de sus sectores pesquero y turístico. Las algas son la oportunidad para poner en marcha una nueva actividad económica y crear puestos de trabajo. Así lo confirma el estudio elaborado por Trespés Sociedade Cooperativa Galega, en el marco del proyecto "Oucas. Algas de Baiona" del Grupo de Acción Costeira Vigo-A Guarda y el Concello, que identifica un total de cincuenta especies distintas de algas en la costa miñorana, quince de ellas idóneas para su uso alimentario o para talasoterapia. El informe urge a las instituciones baionesas -Concello y Cofradía de Pescadores- a promover un plan de extracción e indica incluso empresas interesadas en su compra.

Los biólogos Alberte Román y Tania Martínez presentaron ayer las conclusiones del trabajo en una jornada divulgativa sobre la potencialidad de las algas en el parador Conde de Gondomar. Tras recoger el medio centenar de variedades en los cuatro muestreos a lo largo de los 40 kilómetros de litoral entre Nigrán y Oia, los expertos seleccionaron quince cuyas propiedades resultan adecuadas para su comercialización. Ocho de ellas resultan muy valoradas para su consumo directo en fresco o secas, mientras que otras cuatro presentan componentes utilizados en gelatinas o espesantes. Las tres restantes resultan muy apreciadas en talasoterapia.

La promoción, fundamental

Tras confirmar las sospechas sobre la riqueza de la flora marina en la zona, la pelota está en el tejado de la Cofradía y el Concello. Ambas tienen la oportunidad poner en marcha un plan de explotación para incluir a las algas junto al percebe o al erizo en la facturación del pósito. Podrían venderse en lonja y en las plazas o trasladarlas a empresas de transformación. La viabilidad parece garantizada, dado que la actividad apenas se desarrolla en toda la comunidad gallega. Cabría así promover la creación de cooperativas entre los baioneses, afirman los expertos.

Las posibilidades del producto no se limitan a su extracción y venta. El turismo y la gastronomía conforman la otra cara de sus potencialidades. El estudio recomienda a las administraciones insistir en su promoción tanto en restaurantes como en los hogares, donde las algas todavía son unas desconocidas.La adaptación de los paladares para incluirlas en los menús diarios es una de las batallas más difíciles de ganar. El proyecto ya ha puesto en marcha jornadas de degustación y de divulgación entre los cocineros de la zona, pero es preciso profundizar en ello con el objetivo de "convertir a Baiona en referente gallego de las algas", afirma el informe. Si Arcade tiene sus ostras, O Carballiño su pulpo o A Cañiza su jamón, ¿por qué no podría Baiona presumir de algas?