Antonio González Fernández, conocido joyero del Baixo Miño y aficionado a la retransmisión radiofónica de partidos de fútbol, ha sido por tercera vez la víctima de un atraco en su comercio de O Rosal, pero en esta ocasión acompañado de una violenta agresión por parte del autor que le inmovilizó agarrándole por el cuello, mientras le golpeaba a puñetazos en la cabeza. La providencial llegada de una clienta que vio la escena a través del cristal de la puerta y dio la alarma, pudo salvarle la vida, según contaba ayer su hijo Audencio González.

La víctima, que perdió el conocimiento mientras el individuo le propinaba la paliza, permanece recuperándose en su domicilio de Tui después de ser atendido en el Hospital do Meixoeiro de múltiples lesiones.

El suceso ocurrió sobre las 19.30 horas, en la joyería situada en la calle Ramón Franco 21 de O Rosal, donde en aquel momento estaba Antonio González, al tener que ausentarse el hijo que está al cargo del establecimiento. Según relata Audencio González "nosotros le llamamos desde Tui y no nos cogía el teléfono. Al poco rato nos informaron de lo que le había ocurrido".

Por lo que les pudo contar, a aquella hora de la tarde entró en la joyería un hombre alto, de complexión fuerte, de mediana edad que habló en portugués para preguntar por piezas de oro. "Mi padre le enseñó muestrarios de alianzas, gargantillas, pulseras, medallas, y le dio los precios. Pero, en un momento, el hombre le cogió por el cuello, casi estrangulándole, mientras le daba puñetazos con el otro brazo en la cara y cabeza".

La víctima le preguntaba aturdida "¿qué hace?" y el agresor como respuesta le estrangulaba con más fuerza. Una clienta, que quería comprar unas pilas, llamó a la puerta del comercio y a través del cristal vio la escena, pidió auxilio. En este tiempo Antonio González ya había perdido el conocimiento y lo recuperó cuando ya le estaban atendiendo.

Su hijo explica que un testigo vio como el hombre salió andando del local, posiblemente para salir huyendo en algún vehículo.

En la mañana de ayer no habían tenido tiempo de regresar al establecimiento para hacer inventario y poder valorar lo robado.

La familia sufrió el 27 de noviembre de 1992 el primer atraco. Los dos hijos del oyero, Audencio y Marcos, recuerdan perfectamente aquel día. "Yo iba a mi Confirmación", cuenta Marcos. En aquella ocasión los autores fueron los de una banda organizada. Ataron a sillas al joyero, a su mujer y a sus hijos y vaciaron toda la joyería de Guillarei (Tui).

En Semana Santa del año 2001 otros atracadores hicieron un butrón en el tiempo récord de treinta segundos, en el cristal antibala del mismo local, como pudo visualizarse en la cinta de la cámara de seguridad, donde quedó todo grabado. Pasó el tiempo y no se recuperó nada de lo robado.

La Policía Judicial de la Guardia Civil investiga el último caso y se ha dado aviso la policía portuguesa.

Es de señalar que el pasado 31 de marzo se produjo un atraco en una gasolinera de A Guarda, a poca distancia de O Rosal donde se cometió el último.