El antiguo viaducto de Redondela tendrá que esperar para recuperar su esplendor. La Dirección General de Patrimonio –departamento del Ministerio de Economía y Hacienda– acomete estos días la reparación de las redes que cubren la vieja estructura de hierro desde hace tres años para evitar la caída de piezas sobre la vía pública. Mientras este símbolo de la localidad se corroe por el óxido ante su avanzado estado de deterioro, desde el gobierno local insisten en la necesidad urgente de acometer unas obras de rehabilitación integral que permitan retirar la malla que lo oculta y poner en valor esta seña de identidad de la villa.

El alcalde redondelano, Javier Bas, recuerda que desde Patrimonio del Estado se comprometieron a redactar durante este año un proyecto que se centraría en la "recuperación, mantenimiento y refuerzo" de la estructura, con el objetivo de sacarlo a licitación a principios del próximo. "Todavía no tenemos confirmación oficial de que se vaya a ejecutar la obra, que para nosotros es prioritaria", indica Bas, que asegura que en cuanto tome posesión el nuevo Gobierno central volverán a presionar para tratar de acelerar la actuación.

El departamento del Ministerio de Economía y Hacienda encargó a principios de año un estudio sobre el estado del viaducto antiguo a una empresa de ingeniería madrileña para la elaboración del proyecto de restauración, cuyo coste se estima en unos tres millones de euros. Los responsables del estudio, el ingeniero Eduardo Gómez López y el arquitecto David Gómez Gómez, visitaron la localidad el pasado mes de abril para realizar una minuciosa inspección de la estructura de hierro. Incluso estuvieron acompañados por el jefe del servicio de Proyectos y Obras de Patrimonio del Estado, Víctor José Pernas, que se interesó personalmente por este proyecto, aunque todavía se desconoce la fecha en la que se podrían iniciar los trabajos.

Bien de Interés Cultural

El "Viaducto de Madrid", de 255 metros de longitud, es uno de los símbolos de la localidad. Además de su declaración como Bien de Interés Cultural en 1978 por Patrimonio del Estado e incluido en el inventario del Patrimonio Cultural de Galicia, se trata de un referente en la historia del ferrocarril pese a que los trenes no circulan por su estructura desde hace 34 años.

El puente se terminó de construir en 1876. Erróneamente su diseño fue atribuido al famoso ingeniero francés Eiffel, aunque en realidad fue obra de ingenieros de la compañía gala Fives-Lille, que trajo el material desde Francia. El viaducto comenzó a utilizarse en 1881, una vez acabada la línea férrea Vigo-Ourense, y en 1912 fue reforzado para soportar un peso superior a las 2.000 toneladas.