El Concello de Redondela inició ayer las obras de humanización del Paseo da Xunqueira, unos trabajos que contemplan la renovación de las aceras y redes de servicios entre la Casa Consistorial y el edificio de los juzgados. Esta actuación obligó a cortar al tráfico esta céntrica calle, por lo que los vehículos deberán desviarse por la plaza de Ribadavia y Alfonso XII mientras duren las obras, cuyo plazo de ejecución es de tres meses.

El proyecto de reforma del entorno del Paseo da Xunqueira fue elaborado durante el pasado gobierno bipartito, aunque el actual gobierno del PP la sacó a concurso público con algunas modificaciones. La actuación cuenta con una subvención de 250.000 euros dentro del Plan Re-Comercia (antes Plan Ágora) de la Consellería de Economía e Industria.

Además de la humanización del Paseo da Xunqueira la obra también contempla la reforma del último tramo de la calle Ernestina Otero, entre el supermercado Froiz y el acceso a la zona de Salgueiral, así como la renovación del firme de la parte posterior de la Casa Consistorial.

Los trabajos en la zona de A Xunqueira consiste básicamente en la reforma de las antiguas aceras de todo el entorno del paseo, que aumentará su anchura a dos metros frente al 1,5 actual. Por su parte la calzada sufrirá una reducción hasta los 5,5 metros, si bien se contempla mantener el espacio de aparcamiento.

Según el pliego de condiciones del proyecto, la obra debe ejecutarse en el Paseo da Xunqueira –en la margen edificada hasta el Centro Social– y en los callejones adyacentes como Raimundo Cal o la travesía de Casto Sampedro. Al otro lado del río, afectará al último tramo de la avenida Ernestina Otero, en las inmediaciones del viaducto antiguo y el acceso a la zona de Salgueiral. La reforma modificará algunos elementos de este entorno como el puente sobre el río Maceiras y la antigua caseta de Fenosa próxima al juzgado, que será sustituida según los planes del Ayuntamiento.

Aceras de piedra

Los trabajos se iniciaron con el levantamiento del firme para la renovación de la red de saneamiento y abastecimiento, para su posterior recubrimiento con hormigón y solados de piedra. Las actuales aceras serán sustituidas por losas de granito silvestre, similares a las existentes en las calles que fueron reformadas recientemente con cargo al Plan E del Gobierno central.

También se modificará el contorno de la casa consistorial, donde la pequeña acera apenas deja paso para una persona.

Esta obra fue respaldada por la Mesa Local de Comercio, un requisito de la Xunta para la viabilidad del proyecto, que busca la revitalización comercial.