Imposible apartar la vista cuando Marcos Escudero dibuja con sus manos en un poco de arena vertida sobre un cristal translúcido una silueta tras otra. Un foco para crear sombras, música y mucha imaginación son las claves para que estas figuras cuenten historias. Se trata de un arte conocido como "sand drowing" que la ucraniana Kseniya Simonova ha popularizado tras ganar en 2009 el concurso Ukraine´s Got Talent en el que usó esta técnica para narrar cómo había afectado la invasión alemana a los habitantes de Ucrania.

"Intereseime polos debuxos en area logo de ver en internet os traballos de Kseniya e aprendín por imitación", explica el cantero, como le gusta definirse y añade: "O sand drowing é unha modalidade que fusiona técnicas do cómic e das sombras chinesas para crear unha secuencia de debuxos, que fusionados, contan unha historia". Marcos Escudero reconoce que lo más difícil no es modelar las siluetas, sino tejer la historia. Ha puesto en práctica este trabajo en dos ocasiones colaborando en las galas benéficas de Mos Solidario en las que embelesó al público con su técnica. En la de este año, destinada a recaudar fondos para operar al niño Álex afectado por una parálisis cerebral, el artista homenajeó con sus dibujos al Mago Marco, impulsor de la asociación, haciendo salir de su chistera todo tipo de trucos. El último de ellos, un as de corazones se convertía en la silueta de los padres del pequeño abrazando al niño.

Pero esta es solo una pequeña muestra de lo que las manos de Marcos Escudero son capaces de crear. Trabaja como autónomo en su empresa M´arte Produccións Artísticas en la que ofrece sus servicios de cantería, dibujo, restauración o artesanía entre otros. De hecho, hay obras suyas repartidas por todo Mos como el Monumento en lembranza ás vítimas do 36 o el aprovechamiento que hizo de las piedras del Muiño Valente para escribir Mos con las rocas. "Un orgullo para min foi inaugurar a escultura do Gaiteiro de Soutelo en Forcarei este agosto", cuenta.

Pelouros en Nueva York

"As pedras falan". Esta es la máxima de Marcos Escudero. Y él las escucha y esculpe en ellas historias y personajes. Su sello personal son los pelouros. "Gústame ir ás praias e ríos a recoller pedras que foron traballadas pola auga e que me din algo para posteriormente remarcar a súa forma e sacar o que levan dentro".

Precisamente algunos de estos "pelouriños", como él los llama, viajarán hasta Nueva York próximamente para formar parte de la exposición Encontros en la que participarán otros 12 escultores gallegos que darán a conocer sus obras en la Casa de España y en varias galerías de Manhattan. "É unha gran oportunidade a de poder levar a miña obra fóra de Galicia", admite el artista. Mientras tanto, sigue esculpiendo. "Traballarei as pedras ata que me faga maior e me resulten tan pesadas que teña que cambialas polo pincel", sentencia.