El Concello de Baiona prohibirá el botellón en las calles para acabar con el vandalismo. Así se lo anunció ayer el alcalde, Jesús Vázquez Almuiña, a los representantes de vecinos, hosteleros y comerciantes que asistieron a una reunión para abordar medidas contra el caos que vive el casco histórico, especialmente las noches de jueves a sábado, y que el pasado fin de semana acabó con una paliza a un vecino por tirar una copa involuntariamente cuando accedía a su casa.

La normativa de convivencia entre el ocio nocturno y el descanso de los residentes será debatida en el pleno de octubre, señaló el regidor, e impedirá las reuniones de jóvenes con bebidas alcohólicas en la calle a una distancia entre 50 y 100 metros de las viviendas, todavía por definir.

La futura ordenanza será perfilada en las próximas semanas por el grupo de trabajo creado ayer en el encuentro y formado por el alcalde; concejales; el presidente de la asociación de vecinos del casco histórico (Cahiba), Roberto Rodríguez; el de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Baiona (Aceba), Ezequiel Simons; una portavoz de los residentes en la zona de Santísima Trinidad, Teresa Pérez Vieira; y varios representantes de los locales de copas de las calles más conflictivas.

La normativa que entrará en vigor el próximo invierno podría incluir, explicó Vázquez Almuiña, que los jóvenes denunciados se enfrenten no solo a sanciones económicas, sino también a trabajos en beneficio de la comunidad. En cualquier caso, los detalles de la ordenanza se definirán tomando artículos de otras como las de Sanxenxo o Pontevedra.

La aplicación de este articulado supone una medida a medio plazo que no resuelve la violencia a la que se enfrentan los residentes cada fin de semana. Por ello, según se acordó en el encuentro de ayer, la Policía Local, que despliega tres patrullas las noches de fin de semana, realizará controles preventivos en las calles Carabela Pinta y Conde con mayor incidencia para evitar que los grupos de jóvenes se establezcan durante horas en las calles. El gobierno municipal reiterará la solicitud de refuerzos de la Guardia Civil para ampliar la vigilancia.

A estas medidas de urgencia, se une la solicitud de control a la Dirección Xeral de Mobilidade para mejorar las condiciones del transporte público nocturno de manera que desaloje a los jóvenes de Baiona con mayor rapidez.

Las decisiones del equipo de gobierno satisfacen a los afectados. Al menos, así lo afirmaron ayer los convocados al término de la reunión. Solo una de ellos, la representante de Santísima Trinidad, reprochó al alcalde que las medidas "llegan tarde", ya que "se debían haber tomado antes de comenzar el verano".