Denominado Piñeiro de Alsán e incluido en el Catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia, este pino de 41,6 metros de altura recibe frecuentemente la visita de foráneos y, sin embargo, pasa desapercibido para los lugareños.

Está ubicado en el límite de los municipios de Ponteareas y Salvaterra, entre la parroquia de Nogueira y la de Alxén. Inicialmente nació en una única parcela de monte pero fue creciendo e invadió la colindante, así que sus propietarios han tenido que comprar una segunda porción de terreno y ahora tienendos escrituras para acreditar la propiedad de este árbol de 23,7 metros de tronco. El perímetro del tronco mide 3,4 metros y el diámetro de la copa ocila entre 18,2 a 19,6 metros, dependiendo de dónde se mida su frondosidad.

Ha sido el alcalde de Salvaterra, Arturo Grandal, el primero en interesarse por este árbol como atractivo añadido de la localidad. El regidor estudia la posibilidad de que el Concello de Salvaterra de Miño lo adquiera para ponerlo en valor, convirtiéndolo en un enclave a visitar por los vecinos y también por los turistas, ayudados para ello de una buena señalización y con cartelería ahora inexistente que explique sus características singulares.

Lourdes Oliveira, es la mujer del propietario y relata la historia de este árbol al que no es fácil acceder. "Según mi suegra, su padre ya le contaba que entre cañas, al lado de un riachuelo, nacieron tres pinos; uno se secó, otro se rompió con un temporal y quedó solo éste que empezó a crecer. Entonces, el terreno de monte en el que estaba era un cuadradito muy pequeño así que se salía fuera de los lindes y compramos otro cuadradito para que el pino coja dentro" relata Lourdes quien explica además que "la Xunta nos ha notificado que es el pino más grande que existe en Galicia, que antes era uno que había en A Coruña pero ahora ya es éste, así que viene mucha gente a verlo" relata ella quien no ha ido más que un par de veces a verlo.

El concejal del PP en Alxén asegura que "este árbol yo lo recuerdo de toda la vida y ya con este tamaño, desde que yo era pequeñito y ya tengo 52 años, así que debe ser muy antiguo" opina.

Sus dimensiones son llamativas, son necesarias tres personas adultas para conseguir bordear el tronco con los brazos. Acceder a él no es sencillo ya que no existe un camino señalizado y hay que atravesar un monte de pinos y con abundantes helechos. Esta adversidad es la que analiza solucionar ahora el Concello de Salvaterra.