El impresionante colorido del retablo del arcángel de la iglesia parroquial de San Pedro de A Ramallosa volverá a brillar en Semana Santa. El paso de los años, la humedad y, sobre todo, las reparaciones poco profesionales habían condenado a este altar barroco a la opacidad. El taller de restauración nigranense Ara, dirigido por Celia Casás, trabaja intensivamente para ultimar los detalles de la restauración con el fin de que los feligreses lo disfruten su policromía, dibujos florales e imágenes en los oficios de la Pascua.

Y lo harán con ilusión, especialmente porque ellos mismos costean la intervención. La Xunta había prometido una ayuda para rehabilitar todas las tallas del templo, pero el dinero no llegó y la parroquia se encarga íntegramente del proyecto. Eso sí, poco a poco, como se lo permiten sus posibilidades económicas.

El importante deterioro del retablo del arcángel, elaborado a finales del siglo XVIII, hizo que los restauradores iniciasen su trabajo en él. La intervención comenzó el pasado mes de diciembre. "Estaba dañado, sobre todo por el repintado practicado en anteriores restauraciones. Hemos encontrado la pintura original, con pan de oro, debajo de tres capas. En una de las restauraciones, además, rascaron tanto la madera que se llevaron por delante algunos detalles de la talla", explica Celia Casás en plena jornada de trabajo.

Pero antes de recuperar la policromía, hubo que mover la estructura. "Lo separamos de la pared. Estaba pegado y la humedad facilita que entre la carcoma", señala.

La restauradora realiza su tarea con el mismo entusiasmo con que los fieles esperan detrás del andamio a que termine. "Es un retablo muy rico en policromía y en motivos florales, pero muchos de ellos se encuentran muy deteriorados". La profesional trabaja en la talla del armazón, donde se observan detalles del autor como dibujos de pequeñas casas, mientras que las imágenes de San Blas y Santa Lucía, ubicadas en los laterales, ya han pasado por los talleres de la empresa, ubicados en Parada y en Tui.