Un vecino de Chapela, Juan Balo, lleva nueve meses conviviendo con un foso ante la puerta de su casa, una situación que, aunque parezca increíble, es totalmente real. Basta con dar un paseo ante el número 70 del Camiño Real para imaginarse la indignación de esta familia desde que la empresa Aqualia inició las obras de renovación de la red de abastecimiento del vial. De la satisfacción del primer momento al ver como el trabajo de las máquinas perforaban la calzada, una actuación que previsiblemente acabaría con las continuas averías de la red, se pasó en pocos días a la decepción. Los obreros y las máquinas desaparecieron una mañana sin dar explicaciones dejando un socavón de cuatro metros ante el acceso a su garaje, que sigue igual hasta hoy.

"Pensaba que se terminarían los cortes de agua y lo único que se hizo fue causar un problema que no sabemos como se va a resolver", lamenta el principal afectado.

La situación de la zanja supone un peligro para su familia como para las personas y vehículos que transitan por la calle. Aunque en un principio la zona estaba señalizada con unas vallas y una señal de obras, con el paso de los meses estos elementos de protección acabaron en el interior del socavón. "Espero que no se caiga nadie o algún coche meta la rueda durante una maniobra, porque no sé quien se responsabilizaría de los daños", apunta Balo.

Según cuenta el vecino, el problema surgió cuando, tras picar la calle para la renovación de las tuberías, se encontraron que debajo del asfalto había un gran socavón provocado por una rotura en la canalización de recogida de las aguas pluviales procedentes de la línea del ferrocarril. La empresa Aqualia, responsable de la red de abastecimiento, consideró que Renfe debía hacerse cargo de la actuación, pero la falta de acuerdo impide reanudar los trabajos.

Balo está cansado de acudir a la empresa concesionaria de aguas a reclamar. "La última vez fui hace quince días pero me dicen que lo están estudiando, pero no actúan. Los días pasan y todo sigue igual", apunta el afectado, que considera que el Concello debería tomar cartas en el asunto.

El concejal del Partido Galeguista, Alejandro Bastos, exige a los responsables municipales que medien para alcanzar una solución. "Esto es un claro ejemplo de la dejadez que existe con Chapela", apunta Bastos.