Tarde soleada con temperaturas veraniegas y miles de personas disfrutando del festivo en la villa real. Nada parecía poder empañar los actos provinciales del Día de la Hispanidad en Baiona, a los que asistieron unas quinientas personas, pero numerosos vecinos sí acudían a la celebración con angustia. El atunero vasco Alakrana, con tres vecinos de la comarca a bordo, cumple once días de secuestro en aguas del Índico. El alcalde baionés, Jesús Vázquez Almuiña, aprovechó la ocasión para reclamar al Gobierno central que agilice los trámites "para que sus tripulantes puedan estar pronto con sus familias".

El patrón Ricardo Blach y el marinero Joaquín Fernández son los dos baioneses enrolados en el atunero, junto con Pablo Costas, natural de Panxón y residente en Gondomar, para los que Vázquez Almuiña tuvo palabras de aliento en esta situación de cautiverio a manos de "los piratas del siglo XXI".

El regidor recalcó que "el único crimen que han cometido estos hombres es trabajar", al igual que sus antepasados y otros muchos vecinos de Baiona que dedicaron su vida al mar y que fallecieron o lucharon contra los temporales desde una embarcación. A todos ellos quiso dedicar el alcalde la ofrenda floral que desde hace tres años alberga el entorno del monumento baionés "Entre dous mundos" y que conmemora el Descubrimiento de América, del que tuvo la primera noticia la villa real cuando Martín Alonso Pinzón arribó a Baiona el 1 de marzo de 1493.

Unión de culturas por la paz

La gesta colombina, la unión cultural entre los pueblos americano y español centraron una vez más los discursos de las autoridades invitadas a los festejos organizados por la Diputación de Pontevedra y el Ayuntamiento de Baiona, que comenzaron con una recepción por parte de los 14 miembros de la tripulación del trimarán Zamná, que llegó a la real villa el domingo con el mensaje del proyecto "El niño, la mar, la paz", que pretende unir las culturas helénica y maya a través de la navegación y promover la paz. Su capitán, Vital Alsar, incidió en la unión de los pueblos a través de la inocencia de los niños durante su intervención. Como apoyo a su discurso, Juan Pablo Tecchin, un niño maya que navega por el mundo en el Zamná, también alzó sus palabras por la paz, al igual que lo hizo Pablo Mena Llano, otro pequeño que, desde Pontevedra, quiso llamar la atención de los presentes sobre la singladura del trimarán, que trata de difundir la necesidad de "erradicar el hambre del mundo, elevar el nivel de alud y poner fin a las guerras".

Las conmemoraciones de la gesta colombina terminaron con la entrega del premio provincial Entreculturas en el parador al Concello de Cambados y a Celestino Pichel, el gaiteiro más longevo de América.