El juicio contra el anterior alcalde de Salceda de Caselas, José Manuel Fernández Rodríguez, por supuesta falsedad en documento oficial, se suspendió ayer "sine die" a petición de la defensa, que puso sobre la mesa un posible defecto de forma, sobre el que deliberará ahora el tribunal, que comunicará su decisión por escrito a las partes. Según el abogado defensor, el BNG, que ejerce como acusación particular, debía haber presentado en su día una querella.

Los hechos denunciados, por los que la Fiscalía pide para Fernández una pena de tres años de prisión, una multa y cuatro años de inhabilitación para el ejercicio de un cargo público, se refieren a la certificación, en 2003, de una obra de mejora de alumbrado en el vial que comunica con Cerquido-Budiño que no se había ejecutado.

El actual alcalde de Salceda, Marcos Besada, que acudió como testigo, manifestó ayer, después de conocer la decisión del tribunal, que "nós personámonos como acusación particular ó entender que a Fiscalía de O Porriño tramitara o expediente e o xulgado porriñés dictara unha providencia, ordeando a apertura de xuizo oral na Audiencia, decisión que non se recurríu", precisó. Según sus asesores jurídicos hay jurisprudencia en el Tribunal Supremo que avala el procedimiento que ha llevado a cabo el BNG, dice.

El tribunal puede optar por dos alternativas: establecer una nueva fecha para un juicio oral sin tener en cuenta la petición de la defensa o admitir el defecto de forma, con lo que se devolvería el asunto al Juzgado de Instrucción de O Porriño, retrotrayendo la causa al momento del personamiento del BNG como acusación particular y popular. Sobre estas posibilidades, Marcos Besada aclaró que "chegado o momento, decidirase a actuación a realizar".

Como ya se informó, el 30 de septiembre de 2003 la Comisión de Gobierno de Salceda adjudicó la obra de alumbrado por 100.405 euros. El 15 de octubre del mismo año se aprobó una modificación del proyecto y la certificación de una liquidación por el mismo importe. En el pleno ordinario del 26 de diciembre de 2003 el edil del BNG preguntó por esa obra y el alcalde le informó que eran dos puntos de luz instalados en pistas municipales que acceden a Cerquido-Budiño. El 3 de marzo de 2004 se sabe que Instalectra advirtió a la Xunta que esas obras no se habían efectuado. Ese mismo día, Marcos Besada, entonces edil del BNG en la oposición, constató sobre el terreno que estaban en ejecución.