Casi 300 toneladas de residuos sin recoger en las calles y playas de Nigrán y unas negociaciones sobre el convenio colectivo bloqueadas han servido para que, en el sexto día de huelga, el concello diese un ultimátum a la empresa concesionaria (Cespa) para que reinicie el servicio de recogida o asuma que no puede poner fin al conflicto con sus trabajadores y, por tanto, rescinda el contrato.

El alcalde de Nigrán, Efrén Juanes, declaró que "si a la empresa no le sale rentable Nigrán, el concello no va a tener ningún problema en que se marche". Además, anunció que los servicios jurídicos del ayuntamiento estudian las posibles sanciones que pudieran ser emprendidas por la violación de un contrato que el regidor considera "un error político que arrastramos por culpa de los partidos que gobernaban entonces".

Para Juanes este ultimátum responde a la imposibilidad de que la huelga continúe por más tiempo y establece como plazo insalvable "la salud pública de los ciudadanos". Por otra parte, el alcalde reiteró que "bajo ningún concepto el concello va a asumir ningún coste económico derivado de la negociación del convenio colectivo". Por su parte, la empresa expresó su voluntad de continuar con el servicio en Nigrán y de llegar a un acuerdo con los trabajadores

Servicios mínimos

En el día de ayer fueron restablecidos los servicios mínimos, que recogieron aproximadamente 30 toneladas procedentes de los lugares en los que existía un riesgo grave para la salubridad de los vecinos, esto es, centros de salud, guarderías, colegios o playas.