Aunque sus caras no reflejen un entusiasmo especial, estos vecinos de Tameiga, en Mos, son hoy un poco más ricos gracias al sorteo de la ONCE que, este lunes, ha repartido 350.000 euros en la parroquia. Por el momento, sólo tres de los afortunados han desvelado su identidad. Todos ellos compraron sus cupones en el bar Armando, un establecimiento en el que ya había tocado algún pequeño premio cuando aún circulaban pesetas.

La decena de cupones que Luz Divina Fernández deja los fines de semana en este bar suele venderse completa, sin embargo, esta vez sobraron dos y se distribuyeron en otro bar de la zona y se desconoce a quién. La suerte de Indalecio Alonso, María Rosario Bulla y Manuel Louriñó ya es conocida en Tameiga pero ellos aún no tienen claro qué hacer con el dinero.

Una pérdida de memoria a veces puede resultar rentable. Indalecio Alonso está jubilado y es un comprador habitual, como mínimo de un par de cupones diarios. El viernes compró tres participaciones y el lunes, cuando volvió a ir al bar pidió dos más pensando que aún no había comprado para el lunes. En total, se hizo con cinco, lo que le ha supuesto un premio de 175.000 euros. No tiene pareja, vive con su madre de 92 años y con su hermana. Aún no sabe en qué invertirá el premio porque viajar no le gusta y ha cambiado de coche hace poco más de seis meses. "Yo con mi pensión me basta y nunca he tenido problemas de dinero" comenta.

María Rosario Bulla ha sido otra afortunada, se ha venido de Uruguay hace diez años, así que, además de comprar regalos a su familia irá de viaje a su país. Por su parte, Manuel Louriñó lleva 13 años jugando y aunque seguirá haciéndolo, si echa cuentas: "Levo gastado máis do que cobro agora", concluye.