El Celta afronta otro duelo vital para mantener intactas sus aspiraciones de volver a las competiciones europeas. Esta noche le espera el Getafe, una de las revelaciones de la Liga, con dos puntos menos que los célticos, en el Coliseum Alfonso Pérez (21 horas, Gol TV), un estadio que casi siempre se le atraganta al conjunto vigués. No gana allí desde febrero de 2016, con gol de Nolito. Una victoria y un empate en seis visitas es el balance de los celestes en este estadio del sur de Madrid, donde los de Unzué intentarán ganar con una de las armas más destructivas del fútbol continental: la pareja Aspas-Maxi Gómez, que entre ambos suman 28 goles. El uruguayo, además, es el más certero rematador de cabeza de Europa, con siete tantos.

Unzué ha dejado en Vigo a Fontás y a Brais Méndez, por decisión técnica, por lo que dispone del resto de la plantilla para darle otro bocado a la clasificación. Ahora es décimo, con 32 puntos, a seis del Villarreal, que es sexto. Esa es la plaza que desea en principio el conjunto vigués para volver a disputar la Europa League, aunque es casi seguro que el séptimo puesto también tendrá el mismo premio, pero con la obligación de disputar tres previas el próximo verano. El Eibar ocupa ahora mismo esa plaza, con tres puntos más que los celestes.

En el partido que cerrará la vigésimo cuarta jornada de Liga, el Celta intentará sumar su décima victoria del curso, después de caer ante el Alavés y dejarse empatar en los minutos finales con el Espanyol.

A Unzué le preocupa la intensidad y la agresividad del juego de un Getafe que deja muy pocos espacios a los atacantes rivales. La paciencia será clave en la resolución del duelo, así como evitar las pérdidas de balón en la elaboración de las jugadas. Los azulones sacan buenos réditos de los contraataques. La pareja Ángel Rodríguez y Jorge Molina, con 8 y 5 goles cada uno, contabilizan más de la mitad de la producción goleadora de su equipo, que viene de encadenar cuatro empates. El último lo consiguió en el Camp Nou, un resultado de mayor peso anímico que numérico para afrontar el duelo de esta noche, en el que Unzué apenas moverá el once que jugó contra el Espanyol.

Los posibles cambios en el equipo vigués podrían afectar al centro de la defensa y a la medular. Cabral cuenta con opciones de entrar por Roncaglia, mientras que el Tucu Hernández podría sustituir a Radoja, quien suma tres titularidades seguidas formando pareja con Lobotka en el mediocentro.

Rubén Blanco, en la portería: Hugo Mallo, Jonny Otto, en los laterales; Sergi Gómez, en el eje de la zaga; Lobotka, en el pivote; Wass y Sisto, por los interiores; y Aspas con Maxi, como referencias atacantes. El moañés nunca le marcó a los azulones. Estos nueve son fijos en el esquema de Unzué. Falta por saber si en esta cita, el navarro mantendrá a Roncaglia y a Radoja o jugarán Cabral y a Hernández.

Ante el rival que más faltas comete en LaLiga (408), el Celta ha de manejarse con temple ante las decisiones arbitrales para evitar problemas con las tarjetas amarillas. El 42 por ciento de las 59 cartulinas que acumula el equipo vigués son por protestas o pérdidas de tiempo. Rubén Blanco, por demorar los saques de portería, ya suma tres cartulinas.

El entrenador de los azulones, Pepe Bordalás, subrayaba en la previa los 12 goles que el Celta suma de centros al área. Preocupa al alicantino el juego del rival por las alas, pues es quizás donde más frágil se muestra el sistema defensivo de uno de los más solventes equipos del campeonato (tercero con menos goles encajados). Además, Bordalás pierde para este duelo al lateral portugués Antunes, por acumulación de tarjetas amarillas, por lo que se verá obligado a modificar la defensa: el central Djene jugará posiblemente como lateral derecho, pasando Damián al costado izquierdo; mientras que Bruno formará pareja en el centro con Cala. Fajr y Arambarri, son los pivotes, con Portillo y Amath por banda. Una de las dudas es si juega Ángel o Shibasaki, con Molina como referencia más avanzada en un partido con intereses europeos.