A pesar de que la prensa mexicano da la operación prácticamente por rematada, la llegada de Hirving Lozano, Chuky, al Celta no es , ni mucho menos inminente. Más bien al contrario, el fichaje del extremo zurdo del Pachuca está, hoy por hoy, lejos de convertirse en realidad. Son demasiados los detalles que todavía no se han resuelto y el importante número de clubes europeos interesados en hacerse con el futbolista está dificultando la operación.

El Celta cuenta con la ventaja de las excelentes relaciones que mantiene con el Pachuca, club con el que el equipo vigués tiene un acuerdo de colaboración y cuyo presidente, Jesús Martínez Patiño, es amigo de Carlos Mouriño, pero se enfrenta a competidores económicamente más poderosos y el Pachuca está decidido a obtener el mayor beneficio posible de la venta de su estrella.

A pesar de que diversos medios que el fichaje estaba solo pendiente de firma y que Lozano se incorporaría al Celta a la conclusión de la Copa Confederaciones, este diario ha podido averiguar que la negociación está bastante menos avanzada. No existe de momento acuerdo en el precio, ni en el porcentaje del pase que conservará el Pachuca -los "Tuzos" pretenden retener una parte los derechos del jugador en previsión de un futuro traspaso a un tercer equipo-, ni hay tampoco acuerdo con el jugador.

El propio Lozano confirmaba recientemente al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, durante una visita al Salón de la Fama del Club Pachuca que dejaría el fútbol mexicano para dar el salto a Europa pero le aseguraba que desconocía aún cuál sería su club de destino.

Hirving Lozano se encuentra concentrado estos días con la selección mexicana que va a disputar la próxima edición de la Copa Confederaciones que se celebra en Rusia del 17 de junio al 2 julio. Y probablemente su futuro no se cedida antes de la conclusión de este torneo, ya que el Pachuca se propone utilizar como escaparate para incrementar la cotización de Lozano en el fútbol europeo.