El ex mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, tendrá que emplearse a fondo en sus comparecencias ante la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela para demostrar que el cuerpo que mandaba actuó conforme a la legalidad: que impedirían que se pudiese celebrar el referéndum del 1-O previamente anulado por el Tribunal Constitucional (TC). El registro de las comunicaciones y otras declaraciones realizadas ante la magistrada indican que en su comportamiento hay indicios de clara ilegalidad y deslealtad. Todo esto tiene a Trapero más que preocupado a pesar de no estar en prisión. Hoy mismo hay noticias sobre sus ocupaciones y preocupaciones.