A las observaciones que los pasados días nos hace el señor Núñez Feijóo, en Faro de Vigo, interesándose por el agro y en ayudar a repoblar las aldeas, yo me permito preguntarle: ¿Cómo fijar esa población en el rural? Sugerí, oportunamente en otras de mis cartas al Director -mi opinión-, facilitar ayudas a parejas jóvenes sudamericanas u otras, exclusivamente para agricultores, donde puedan vivir con dignidad, fijándoles un alquiler u otras modalidades, hasta hacerles propietarios y vecinos de las localidades donde puedan subsistir, hoy abandonadas.

Para ello habrá que abrir pasos rodados si no hay, corrección de instalación eléctrica y agua corriente entre otros principales. Y si se inicia en lugares próximos a villas, o ciudades, viéndose iniciativas, habrá compradores para una segunda vivienda. O nativos que aún puedan arreglar sus heredadas casas, donde pasar nostálgicos días y valorar aquello en algo. Lo que sin duda económicamente beneficiaría a todos. Donde hay mucho que hacer.

O simplemente, si se ofrecen viviendas, en alquiler o venta, reconstruidas, con o sin anexas propiedades, en lugares o zonas abandonadas, iniciándolo a ser posible en aquellas mejor situadas y bien comunicadas, donde algunas de estas propiedades ya debieron pasar a estatales. Aquí es donde tiene que mojarse la administración, para donde no haya entendimiento vecinal -lo que sería una excepción-, llevarlo a expropiación, como si de una carretera pública se tratara. Significaría mucho trabajo, desde peones hasta ingenieros y a corto plazo recuperando la riqueza agrícola, ganadera y forestal y otros.

Hace tiempo traté al matrimonio -catalanes- que viendo aquel pequeño lugar abandonado de Couso Galán, junto al río Límia, en Xinzo de Limia -Ourense-, lo compraron y lo transformaron de forma tal que se hizo muy popular. Tenían algo de todo, desde acogido aparcadero, restaurante, cafetería y otros ordenados y curiosos servicios, digno de muchas visitas, a los que felicité y me comentaron su afán de continuar mejorando todo por la satisfacción del éxito que tenían. Me acabo de enterar que hoy siguen mejorando aquella situación con muchas visitas. Y no digamos del agradable cambio de Allariz, cuando se había quedado postergado.