Ayer recibí la visita del amigo Jesús, quien a bocajarro me dice sin rodeos: vengo contrariado. Vaya. Jesús, sus razones tendrá. ¿Se puede saber de que se trata? Claro que sí. De que vemos las calles y aceras de nuestra ciudad con normalidad limpia, excepto en alguna donde peligrosamente se dejan ver baldosas sueltas y movido terrazo, zona de cultivo donde se pueden originar caídas con graves consecuencias. Pero eso es harina de otro costado.

Quiero referirme concretamente a las proliferaciones de terrazas que se fueron implantando en las fachadas principalmente de cafeterías, con la sana idea de especial uso de fumadores, lo cual felicito. Y por supuesto abonarán los obligados impuestos, así que nada hay que reprocharles. Sí, a la autoridad competente por autorizar el espacio que ocupan en algunos casos, en estrechas aceras, donde hay poco o mal espacio, donde no tiene sentido.

Obsérvense, tales servicios, donde en casos tienen en frente la proximidad de la plantación de uno o dos árboles con su encharcado hoyo de riego, dejando malamente espacio para pasar una persona, cuando incluso, alguno de los clientes de esa ocupación, con sus prisas, deja la silla para que la retire el peatón y ya no digo, cuando a ellas, a las sillas, atan a sus perros a los que como sabes les tengo fobia que no puedo evitar, y me hace salir de mis casillas como hace un momento, al tener que pasar delante de sus narices, por muy pacíficos que sean. Y aquí queda mi rabieta.

Hasta aquí todo parece pasable, si yo tuviera aquellos años que no tengo, saltaría por encima de estos pequeños obstáculos, pero veo a los que con bastón tratan de asegurarse donde ponen el pie, o a los que llevan el carrito con niños y los que van en compañía, y que nadie le venga en dirección contraria, para tener que maniobrar. Y no quiero decir para el que venga con muleta, o para otro excepcional caso, que algunos vimos hoy, a la señora muy deteriorada con dos muletas, andando por la c/ Venezuela, próxima a las escaleras de T. Leal. Así no puede ser. Entiendo que las aceras deben estar al servicio de los peatones y bien señalizadas para todos y mas pensando en personas mayores o incapacidades. Es mi opinión, y pido disculpas para los que se consideren contrariados.