Estos días he podido leer los objetivos indicados por la Unión Europea sobre la educación de sus ciudadanos: "La estrategia Europa 2020 establecida por la Unión Europea contempla reducir el abandono escolar por debajo del 10% y aumentar hasta el 40 la tasa de titulados universitarios". Al mismo tiempo, esta vez con base en el Ministerio de Educación, se viene publicando la realidad española: "España es el país europeo con más abandono en bachillerato -cerca del 25% de los estudiantes españoles abandonan los estudios sin concluir la segunda etapa de la educación secundaria-. Esta no solo es la cifra más alta de toda la Unión Europea, sino que dobla la media continental -12,7%-". (Periódico de la Universidad Publica de Andalucía).

Un estudio de la Fundación La Caixa va más allá, señala que en España el 61,2% de nuestros jóvenes abandonan en bachillerato o FP.

Pues bien, con estos números, en la mayoría de los institutos de Galicia las clases han terminado el 20 de mayo para 2º de bachillerato. Los que han aprobado todo se preparan para selectividad. Los que no, se van a sus casas, tienen un mes más de vacaciones. No hay clase ni exámenes de recuperación, a pesar de que falta todo un mes para terminar el curso. ¿De verdad nos podemos dar este lujo?